En "Amadeo I", una obra perteneciente a la serie final de los "Episodios Nacionales" de Benito Pérez Galdós, el lector se sumerge en un período turbulento de la historia española a través de la mirada innovadora del autor. Publicada en 1910, esta novela rompe con el realismo y la secuencia cronológica habitual de la serie, introduciendo una narrativa que juega con los elementos del tiempo y el espacio de manera casi fantástica. Situada entre 1871 y 1873, la obra aborda el breve y conflictivo reinado de Amadeo de Saboya, el primer rey constitucional de España, elegido tras la revolución de "La Gloriosa" que depuso a Isabel II.
La narración corre a cargo de Proteo (Tito) Liviano, un personaje creado por Galdós para este episodio. Tito, un escritor y periodista del periódico El Debate y ferviente republicano, se convierte en el vehículo para explorar las complejidades políticas y sociales de la época. Su vida amorosa y su elocuencia lo posicionan como un observador privilegiado del caos político que rodea el reinado de Amadeo I. La figura de Mariclío, una musa y personificación de la Historia de España, añade una dimensión mística a la trama, transformando a Tito en un "duendecillo invisible" capaz de testificar y relatar los sucesos históricos con un toque sobrenatural.
La novela no solo detalla las dificultades que enfrenta Amadeo I al tratar de navegar entre las facciones rivales de su gobierno, sino que también captura las tensiones entre los partidarios de un sistema monárquico y los defensores de la república. El reinado de Amadeo, marcado por constantes luchas de poder, revela las profundas divisiones dentro de la sociedad española y el desafío de gobernar un país con un legado de inestabilidad política. Tito, bajo la guía de Mariclío, observa y critica las maniobras políticas y los errores que finalmente llevan a Amadeo a abdicar, dejando un legado de incertidumbre.
"Amadeo I" es, por tanto, más que una simple crónica histórica; es una exploración de la identidad española y del propio concepto de historia. Galdós, a través de la interacción entre sus personajes ficticios y los eventos reales, teje una narrativa que cuestiona la naturaleza de la verdad histórica y el papel del individuo dentro de la marea de la historia. Con esta obra, Galdós no solo narra un capítulo de la historia de España, sino que también reflexiona sobre la naturaleza del poder y la historia, invitando al lector a cuestionar cómo se construyen las narrativas históricas.
