"Anarquistas literarios (Notas sobre la literatura española)" es una obra de Azorín, seudónimo del escritor español José Martínez Ruiz, destacado miembro de la Generación del 98. Este libro, publicado en 1895, se enmarca en el contexto de la agitación política y cultural de la España de finales del siglo XIX, y refleja la pasión de Azorín por el pensamiento crítico y el anarquismo, influencias que absorbió durante su etapa universitaria en Valencia.
En "Anarquistas literarios", Azorín nos presenta un análisis profundo de la literatura española, destacando su potencial como herramienta de cambio social. A través de sus ensayos, el autor examina la obra de escritores que, desde su perspectiva, han desafiado el orden literario establecido y han empleado sus palabras como un medio de resistencia. Azorín no solo revisa las contribuciones de autores consagrados, sino que también da voz a aquellos menos conocidos pero igualmente revolucionarios en sus planteamientos.
Azorín, conocido por su estilo claro y preciso, expone en estas páginas su admiración por figuras como Ángel Guimerá y Benito Pérez Galdós, cuyas obras teatrales y narrativas abordan temáticas sociales con un enfoque crítico. A través de sus comentarios, el autor no solo rinde homenaje a estos escritores, sino que también invita al lector a reflexionar sobre el papel del arte y la literatura en la transformación social.
La obra, siendo uno de los primeros ensayos de Azorín, evidencia su inclinación hacia el anarquismo, una filosofía que aboga por la abolición de las jerarquías y la creación de una sociedad más justa e igualitaria. Este texto es un testimonio del pensamiento juvenil de Azorín, influenciado por sus lecturas de autores como Maurice Maeterlinck y Peter Kropotkin, cuyas ideas tradujo y divulgó en su afán por promover un cambio radical en la sociedad.
"Anarquistas literarios" es más que un simple análisis literario; es un manifiesto de intenciones, una declaración de principios de un joven Azorín que busca despertar conciencias y fomentar el pensamiento crítico entre sus contemporáneos. A través de su estilo ensayístico, el autor demuestra su compromiso con la literatura como un vehículo de revolución, un compromiso que seguiría desarrollando a lo largo de su prolífica carrera como novelista, ensayista y crítico literario.
Esta obra es un reflejo de la identidad literaria de Azorín y de su firme creencia en el poder de las palabras para cambiar el curso de la historia, estableciendo un diálogo entre el pasado y el presente, y ofreciendo una visión perspicaz de la literatura española como una fuerza viva y transformadora.