"Asesinato en la calle Hickory" de Agatha Christie, originalmente publicado en 1955 bajo el título "Hickory Dickory Dock", es una intrigante novela policíaca que se sumerge en los misteriosos acontecimientos de una residencia universitaria en Londres. El detective belga Hercule Poirot se ve envuelto en el caso a instancias de su eficiente secretaria, la señorita Lemon, cuya hermana trabaja en la residencia como administradora.
La trama comienza con pequeños robos aparentemente triviales: un estetoscopio, lámparas de luz, diamantes falsos y otros objetos sin gran valor desaparecen, creando una atmósfera de desconfianza y sospecha entre los estudiantes. Sin embargo, lo que parece ser un simple caso de cleptomanía estudiantil pronto da un giro oscuro con el asesinato de una de las residentes, Celia Austin, quien confiesa haber cometido algunos de los robos antes de su trágica muerte.
Poirot, con su característica meticulosidad y agudo ingenio, descubre que detrás de estos robos insignificantes se oculta un esquema mucho más complejo y peligroso. A medida que profundiza en la investigación, se encuentra con un entramado de secretos y mentiras que involucra contrabando, identidades falsas, y una red criminal que opera bajo la fachada de la normalidad estudiantil.
La novela destaca por su colorido reparto de personajes, que incluye desde una estudiante americana hasta jóvenes de la India y África, cada uno con sus propios secretos y motivaciones. Agatha Christie maneja con habilidad el delicado tema de las tensiones raciales y culturales, tejiendo una narrativa que, aunque anclada en su tiempo, plantea cuestiones de justicia y equidad que resuenan hasta hoy.
"Asesinato en la calle Hickory" es emblemático del estilo de Christie, combinando una trama de misterio compleja con una crítica social sutil. Es una lectura imprescindible para los aficionados al género policíaco y para aquellos que disfrutan de los intricados rompecabezas que solo Hercule Poirot puede resolver.
