"Así murió el poeta Guadalupe", una obra de Cristina Fallarás, comienza con la llegada de una grabación misteriosa a la redacción de un periódico. El archivo, una entrevista realizada en un sanatorio mental y de la cual se han borrado las preguntas, se transforma en una especie de confesión monologada por una voz femenina, que relata sus vivencias en los últimos años del régimen franquista en España. El retorno de un grupo de influyentes sudamericanos a la península, durante esa época gris, se convierte en el punto de partida de nuestra narradora. Estos personajes, con su exuberancia mundana y cultural, inicialmente la deslumbran con su poesía, música y encantadoras damas.
Sin embargo, el brillo exterior de estos visitantes esconde una realidad mucho más sombría y brutal, con ecos de muerte y tortura, elementos no ajenos al gobierno de Franco en aquel entonces. A través de esta novela, Fallarás nos invita a un viaje a las profundidades más oscuras y abyectas del ser humano, donde la grandeza se entremezcla con la vileza. La obra se desenvuelve como un thriller lleno de sarcasmo y crítica social, explorando los recovecos más oscuros de la personalidad humana.
La intriga de la novela se sostiene en el misterio de la identidad de la entrevistada y su relación con el poeta Guadalupe, cuya muerte titula y atraviesa toda la narración. A medida que la voz en la grabación se despliega, se revelan capas de seducción y horror, mostrando cómo los ideales poéticos pueden ser mancillados por la brutalidad política y personal. Es una narración que cuestiona los límites entre la estética y la ética, y cómo estos pueden ser transgredidos en contextos de opresión.
Con una prosa aguda y un enfoque que no teme enfrentar la crueldad de su contexto histórico, "Así murió el poeta Guadalupe" se configura como una obra que no solo busca entretener, sino también provocar reflexión. Cristina Fallarás, con este libro, consolida su lugar como una voz crítica y necesaria en la literatura española contemporánea, desafiando al lector a confrontar las sombras no solo de la historia, sino también de la naturaleza humana.