Aventuras de un cadáver, de Robert Louis Stevenson, es una novela de acción con tintes detectivescos, aunque dista de ser una tradicional novela policiaca por la ausencia de elementos clave como un crimen o un detective real. La trama gira en torno a un cadáver que se mueve de un lugar a otro, involucrado en una compleja trama económica vinculada a una herencia y una apuesta tipo tontina, popular en la alta sociedad del siglo XIX.
Stevenson, conocido por su habilidad para crear relatos de aventuras emocionantes, maneja el suspenso y la claridad narrativa con maestría, introduciendo un tono irónico y satírico hacia los métodos policiales y figuras detectivescas ficticias, como Robert Skill. Esta ironía se extiende también a aspectos económicos, sociales y políticos, incluyendo referencias a figuras históricas como Gladstone, quien a pesar de no ser del agrado de Stevenson, se vio cautivado por otra de sus obras, La isla del tesoro.
Este tono general de sorna convierte la novela en una farsa ligera y entretenida, diseñada no solo para deleitar al lector, sino también para introducir en el arte de la narrativa a Lloyd Osbourne, hijastro de Stevenson, como menciona en el prólogo. Así, la obra se configura como una de las últimas juveniles del autor antes de adentrarse en la madurez literaria con obras como Weir of Hermiston.
En resumen, Aventuras de un cadáver es una obra que, aunque puede tardar en capturar la atención del lector, termina siendo una experiencia de lectura amena y sorprendente, gracias a la constante actividad y los giros inesperados de la trama, todo presentado con el estilo directo y accesible que caracteriza a Stevenson.