En "Bestias", Joyce Carol Oates teje una inquietante narración que se adentra en los oscuros recovecos del alma humana, estableciendo conexiones profundas con la alta poesía y la intertextualidad. La novela se abre en el París contemporáneo de 2001, donde la protagonista, Gilliam Brauer, se encuentra en el Louvre y una escultura desencadena un torrente de recuerdos. Este mecanismo, reminiscente de la "magdalena proustiana", nos transporta a los años 70, a un idílico pero ominoso college femenino en Nueva Inglaterra.
Gilliam, joven estudiante, se enamora del carismático profesor André Harrow, un hombre que enseña poesía con un magnetismo perturbador. Su esposa, una escultora voluptuosa, encarna la figura de la bruja de los cuentos infantiles, atrayendo a las jóvenes hacia su casa en el bosque, un lugar que se revela como un infierno delirante. Este relato gótico, con ecos de la fábula del flautista de Hamelin, utiliza la poesía erótica de D. H. Lawrence como canto seductor que hipnotiza a las jóvenes, llevándolas a experiencias extremas y anómalas.
La novela explora un paisaje moral ruinoso, donde la supuesta élite moral, representada por profesores y artistas, somete a las jóvenes a través de la manipulación artística y cultural. Oates subraya la vulnerabilidad de estas jóvenes, quienes no son asediadas por delincuentes, sino por aquellos que se consideran guardianes de la ética y la cultura. Estos seres cultivados, con sus encantos y sofisticación moral, se revelan como las verdaderas "bestias", depredadores que actúan guiados por instintos primitivos.
A lo largo del relato, Oates demuestra una maestría estilística que prevalece sobre la trama, envolviendo al lector en una atmósfera de horror sutil y perturbador. La novela provoca una reflexión inquietante sobre la inmoralidad de los supuestamente morales, revelando la brutalidad escondida tras una fachada de civilización. Con "Bestias", Oates no busca consolar, sino turbar y desafiar al lector, confrontándolo con una realidad donde el arte y la cultura son utilizados como herramientas de poder y dominación.
En esta obra, Oates confirma su pertenencia al siglo XXI al incorporar los cinco rasgos esenciales señalados por Vila-Matas: intertextualidad, conexiones con la alta poesía, un avance inexorable del relato, una victoria del estilo sobre la trama y una conciencia aguda de un paisaje moral devastado. "Bestias" es un relato de horror brutal precisamente por su sutileza, una obra que deja al lector en un estado de reflexión desasosegante.