En "Cineclub", David Gilmour nos relata la peculiar manera en que decidió educar a su hijo Jesse durante una etapa crítica de su adolescencia. Frente al desinterés de Jesse por la escuela tradicional y sus coqueteos con las drogas, Gilmour propone un trato inusual: Jesse podría dejar de asistir al instituto y vivir sin las obligaciones típicas de un adolescente, como pagar renta o tener un empleo, a cambio de ver tres películas a la semana con su padre. Este acuerdo, aunque poco convencional, abre una puerta hacia un nuevo tipo de educación y comunicación entre padre e hijo.
La narrativa de Gilmour se despliega a través de las sesiones de cine en casa, donde ambos ven desde clásicos aclamados hasta fracasos monumentales del cine. Películas como "Los cuatrocientos golpes", "El padrino", "Instinto básico", "Ciudadano Kane" y "La ley del silencio" se convierten en el telón de fondo para discusiones profundas no solo sobre cine, sino sobre la vida, el amor, las drogas, el dinero y la amistad. Estas películas facilitan un diálogo entre David y Jesse que va más allá del típico intercambio entre un padre preocupado y un adolescente en conflicto.
"Cineclub" no solo ofrece un recorrido personal por la historia del cine a través de las perspectivas de un crítico y su hijo, sino que también desafía las convenciones sobre la educación y el crecimiento personal. Gilmour no pretende ofrecer una guía sobre la paternidad, sino que explora nuevas vías educativas que se adaptan a las necesidades individuales del hijo, destacando la importancia de mantener un puente de comunicación abierto durante los años más formables de la adolescencia.
El libro es una mezcla de memorias, crítica cinematográfica y un experimento en educación alternativa. Es una historia conmovedora de cómo un padre y su hijo logran navegar por un periodo crucial, utilizando el cine como una herramienta para entenderse y conectarse el uno con el otro. Más allá de sus elementos biográficos y educativos, "Cineclub" es un testimonio del poder del cine para unir a las personas, enseñar y, lo más importante, para reconstruir y fortalecer los lazos familiares.