"Con las mujeres no hay manera" es una fascinante novela negra escrita por Boris Vian bajo el seudónimo de Vernon Sullivan. Publicada en 1950, esta obra se sitúa dentro de una serie de novelas que emulan el estilo policiaco americano, distinguiéndose por su mezcla única de violencia, crueldad y un peculiar sentido del humor.
La trama sigue a dos hermanos que, en un capricho del destino, se convierten en detectives improvisados tras verse inmersos en la persecución de una peligrosa banda de traficantes de droga. La narrativa se desarrolla en un entorno donde lo absurdo y lo irreal se entrelazan con la tensión típica del género negro, ofreciendo al lector una experiencia literaria única que desafía las convenciones tradicionales.
A medida que los hermanos se adentran en este oscuro submundo criminal, Vian despliega una serie de peripecias que revelan tanto la brutalidad inherente a la naturaleza humana como la fragilidad de las relaciones interpersonales. Sin embargo, lejos de sumirse en el dramatismo, el autor introduce elementos de humor que suavizan la crudeza de los acontecimientos, logrando una simbiosis perfecta entre risa y tensión.
El universo creado por Vian en "Con las mujeres no hay manera" es un reflejo de su habilidad para construir relatos donde lo paradójico y lo irreal cobran vida de manera emblemática, como también lo hace en su célebre novela "La espuma de los días". A través de diálogos agudos y situaciones impredecibles, el autor invita al lector a cuestionar la realidad y a explorar las complejidades de la moralidad y el deseo.
En poco más de 160 páginas, esta novela ofrece una crítica mordaz a la sociedad, envuelta en una narrativa cautivadora que mantiene al lector en vilo. "Con las mujeres no hay manera" no solo es una obra maestra del género negro, sino también un testimonio de la genialidad de Boris Vian como escritor, capaz de desafiar las normas literarias y ofrecer una experiencia narrativa rica en matices y sorpresas.