Contra Celso, escrita por Orígenes alrededor del año 248 d.C., representa una defensa monumental del cristianismo frente a las críticas del filósofo pagano Celso. En su obra La Palabra Verdadera, Celso había lanzado un ataque virulento contra el naciente cristianismo, cuestionando desde la racionalidad de sus doctrinas hasta la integridad de sus seguidores. Acusaba a los cristianos de ser ignorantes, antipatrióticos y cerrados a la razón, mientras denunciaba a Jesús de ser un mago que plagió a Platón y realizó milagros mediante magia negra.
Orígenes responde en Contra Celso no solo a estas acusaciones, sino también a los argumentos más sofisticados de Celso. El filósofo pagano había criticado la oscura procedencia del cristianismo, las contradicciones en las Escrituras, la supuesta pobreza de la historia de Jesús, la impotencia del Dios cristiano y la falta de fiabilidad de los testigos de la fe. Además, Celso argumentaba que el concepto de una revelación divina con pretensiones de universalidad era intrínsecamente problemático, pues el Absoluto no podría manifestarse en la historia humana concreta.
En su réplica, Orígenes no solo defiende la coherencia y la credibilidad del cristianismo, sino que también aprovecha para exponer una visión más profunda de la fe cristiana. A través de una erudición filosófica extensa, el apologista cristiano confronta cada uno de los puntos de Celso, apoyándose en una meticulosa argumentación que busca demostrar la congruencia del cristianismo con la razón y la revelación divina. Lo hace citando ampliamente a Celso, lo que permite a los lectores modernos tener una visión bastante clara del contenido y argumentos del filósofo pagano, a pesar de que su obra original no se conserva completa.
Este texto no solo es vital para entender el contexto histórico y las críticas a las que se enfrentaba el cristianismo primitivo, sino que también ofrece un testimonio de la capacidad del cristianismo para dialogar críticamente con la cultura filosófica de su tiempo. Contra Celso se mantiene como un documento crucial para comprender la evolución del pensamiento cristiano y su defensa ante los ataques externos, mostrando la relevancia persistente de los argumentos de Orígenes en los debates contemporáneos sobre fe y razón.
