«Contra la religión» es una compilación provocadora de textos breves, considerados malditos, escritos por el icónico autor norteamericano Mark Twain en 1906. Este libro, publicado póstumamente a pesar de la fuerte oposición de su hija Clara, quien cedió finalmente en 1963, ofrece una mirada crítica y aguda hacia la religión, especialmente en torno al carácter de Dios y las escrituras bíblicas. Twain, conocido por su aguda capacidad de crítica social, despliega en estas páginas una serie de argumentos que desafían las concepciones tradicionales sobre la divinidad y sus obras.
A lo largo de ochenta páginas, Twain no se detiene en señalar lo que él percibe como las fallas inherentes en la representación de Dios tal como lo presenta la Biblia. Con su característica lucidez, argumenta que los actos de Dios, según las sagradas escrituras, revelan una naturaleza que describe como «injusta, avarienta, despiadada y vengativa». Una de las críticas más incisivas de Twain se centra en la creación del Infierno, al que denomina «su prodigioso crimen», sugiriendo que ningún padre terrenal sería alabado si infligiera a su hijo una fracción del sufrimiento que, según Twain, Dios dispensa a la humanidad cada día.
Este volumen, prologado y traducido por Mario Muchnik, no solo desafía las normas religiosas de su tiempo, sino que también invita a los lectores contemporáneos a cuestionar y reflexionar sobre las interpretaciones literales de textos religiosos. Twain utiliza su ingenio característico para explorar la «pobreza inventiva» de la Biblia, sugiriendo que la falta de creatividad en las escrituras sagradas es un reflejo de una divinidad que él percibe como deficiente en misericordia y empatía.
Mark Twain, seudónimo de Samuel Langhorne Clemens (1835-1910), es celebrado principalmente por obras como «Las aventuras de Tom Sawyer» y «Las aventuras de Huckleberry Finn». Sin embargo, en «Contra la religión», ofrece una faceta diferente de su genio literario, un análisis mordaz y sin concesiones que combina su estilo humorístico con una crítica mordaz de las instituciones religiosas. Esta obra, disponible en formato rústico y digital, es esencial para aquellos interesados en explorar las profundas reflexiones de Twain sobre la fe y la moralidad, y es un testamento de su legado como uno de los más grandes pensadores críticos de su tiempo.