En el corazón de "Cuando no queden más estrellas que contar", María Martínez nos presenta a Maya, una joven bailarina cuya vida gira en torno al ballet desde que era una niña. Después de ser abandonada por su madre, Maya encuentra refugio y propósito en la danza, ascendiendo hasta convertirse en solista de la Compañía Nacional de Danza en Madrid, con los ojos de los ballets más prestigiosos fijos en ella. Sin embargo, un trágico accidente pone fin a sus sueños, dejando su futuro en incertidumbre.
Con su carrera en jaque, Maya enfrenta no solo el desmoronamiento de su mundo sino también el rechazo de su abuela, quien la culpa por el accidente. La ausencia de su madre pesa más que nunca en su corazón. En este punto de quiebre, un hallazgo fortuito en la forma de una vieja caja de música abre una herida profunda, revelando secretos del pasado que Maya nunca imaginó. Este descubrimiento la empuja a realizar un viaje inesperado a Sorrento, un pintoresco rincón de Italia, donde espera encontrar respuestas y quizás, un nuevo comienzo.
La historia de Maya es una exploración conmovedora de la resiliencia y la búsqueda de identidad. A lo largo de la novela, nos sumergimos en la vida de Maya tras el accidente, observando cómo este evento no solo cambia su relación con el ballet, sino también sus vínculos familiares y su propia imagen. La autora logra capturar con maestría la esencia de la vida madrileña, así como los intrincados sentimientos y situaciones que Maya enfrenta.
En Sorrento, Maya no solo se confronta con su pasado, sino que también conoce a personas que cambiarán su vida, como Lucas, un joven con quien establece una conexión instantánea. A través de él y otros nuevos amigos, Maya aprende que existe una vida más allá del estrés y la presión del ballet, una vida que se disfruta en el presente y que valora la simplicidad y la felicidad cotidiana.
Entre las páginas de este libro, María Martínez teje una rica tapestria de temas como la complejidad de las relaciones familiares, la maternidad, la soledad, la pérdida, la traición, la amistad, y el eterno dilema entre la vida y la muerte. Cada personaje está cuidadosamente delineado, destacándose por su profundidad y evolución, especialmente Maya, cuya jornada de autodescubrimiento y superación personal resonará con los lectores mucho tiempo después de cerrar el libro. "Cuando no queden más estrellas que contar" es una novela que captura el alma y nos recuerda que, a veces, simplemente dejarse llevar es todo lo que necesitamos para encontrar nuestro camino.