En "Cuentos de medianoche", Luis del Val nos sumerge en un universo donde lo cotidiano se entrelaza con lo sobrenatural, creando una atmósfera oscura y, a veces, inquietante. Esta obra, continuación de "Cuentos del mediodía", explora la dualidad de lo familiar y lo desconocido a través de más de sesenta relatos breves. Con "El fantasma de la cocina" como eje central, el autor narra historias de apariciones que, aunque ambientadas en escenarios domésticos, despiertan un temor más profundo por su proximidad.
Los cuentos de Del Val destacan por su capacidad para convertir lo banal en algo extraordinario, desafiando nuestra percepción y lógica. Al mezclar el horror con el humor, el autor no solo provoca escalofríos, sino que también arranca sonrisas, demostrando su habilidad para manejar emociones contrapuestas con fluidez y destreza. La ironía y la aguda observación del comportamiento humano están siempre presentes, lo que facilita una conexión instantánea con el lector.
Esta colección no solo se inspira en la tradición literaria europea, sino que también rescata el encanto de los relatos orales, evocando imágenes de cuentos narrados al calor de un fuego crepitante. Esta fusión de influencias enriquece cada historia, dotándolas de una textura rica y variada, capaz de capturar la esencia de lo místico y lo mundano.
Aunque la mayoría de los cuentos son breves, cada uno encapsula un universo completo con personajes y situaciones que, aunque extraordinarias, son profundamente relatables. La obra, escrita con gran maestría, ofrece una exploración ecléctica de la vida diaria, revelando la belleza y el horror ocultos en lo cotidiano. Sin embargo, como en toda colección, algunas historias pueden resonar más que otras, con momentos que tocan el alma y otros que pueden parecer menos impactantes.
"Cuentos de medianoche" es, en definitiva, un testimonio de la habilidad de Luis del Val para observar y transformar lo ordinario en algo mágicamente perturbador. Es un libro recomendado para quienes aprecian la literatura que invita a mirar más allá de lo aparente y encontrar lo extraordinario en lo ordinario.