"Diario de un profesor estresado" de Oliver Naatz se sumerge en las tribulaciones cotidianas de un joven docente, N.G. Buyo, cuya llegada a un instituto con ideales revolucionarios se enfrenta rápidamente a la dura realidad del entorno educativo. Este cómic, presentado en forma de diario gráfico, combina texto y viñetas para explorar la agitada experiencia de Buyo en el ámbito escolar.
Desde el primer día, la brecha entre sus expectativas y la realidad escolar se hace evidente. La motivación de Buyo se desvanece al conocer a sus alumnos, a los padres y a sus compañeros de profesión, quienes parecen tener sus propias agendas y desafíos. Cada intento del profesor por implementar sus métodos innovadores se topa con obstáculos que van desde la indiferencia hasta la resistencia activa, tanto de estudiantes como de otros docentes.
Las páginas del cómic revelan, con un tono mordaz e irónico, cómo Buyo lucha por mantener su integridad y entusiasmo en un ambiente donde las buenas intenciones a menudo son malinterpretadas o ignoradas. Las situaciones sarcásticas y las crudas realidades presentadas en el cómic no solo ofrecen un espejo de las dificultades cotidianas que enfrentan muchos profesores, sino que también invitan a reflexionar sobre el sistema educativo en su conjunto.
A pesar de las críticas que señalan que el libro podría distanciarse de la realidad y resultar monótono para algunos lectores, "Diario de un profesor estresado" se mantiene como una obra que podría resonar especialmente con aquellos dentro del ámbito educativo, ofreciendo un espacio de identificación y comprensión de los retos que implica enseñar. La obra de Naatz desafía al lector a mirar más allá del aula y considerar las complejas dinámicas que influyen en la educación moderna.
