En Diario de un viaje a Rusia, Lewis Carroll nos invita a una aventura inusitada y profundamente personal que dista mucho de sus conocidas obras fantásticas. Publicado más de tres décadas después de su fallecimiento, este diario íntimo revela una faceta desconocida del autor, donde se despoja de su pseudónimo y se presenta como Charles Lutwidge Dodgson, un observador meticuloso y curioso del mundo real. Acompañado por su amigo Henry Parry Liddon, Carroll emprende este viaje en 1867, que lo llevaría fuera de las fronteras de Inglaterra por única vez en su vida, a explorar la vasta y misteriosa Rusia.
El diario detalla su paso por ciudades emblemáticas como Bruselas, Berlín, Potsdam, San Petersburgo y Moscú. Carroll no solo se dedica a describir la arquitectura majestuosa y los espacios culturales que visita, como palacios, teatros y museos, sino que también ofrece observaciones agudas sobre los pequeños detalles de la vida cotidiana, desde los desayunos hasta las interacciones con los locales, a menudo marcadas por las barreras del idioma. A través de su narrativa, el lector puede percibir el contraste entre el entorno familiar del autor y el exótico paisaje ruso, lleno de nuevas impresiones y descubrimientos.
Este viaje no solo es una exploración geográfica, sino también una jornada introspectiva para Dodgson, quien se aleja del mundo de fantasía de Alicia para adentrarse en reflexiones más personales y maduras. El diario ofrece una mirada íntima a sus pensamientos y percepciones, proporcionando una nueva perspectiva sobre este célebre autor. Carroll muestra un interés particular por la interacción entre diferentes culturas y las diversas expresiones artísticas y religiosas que encuentra, desde iglesias hasta sinagogas, reflejando su profunda curiosidad y respeto por la diversidad.
Publicado por Nocturna Ediciones, Diario de un viaje a Rusia es un testimonio valioso que complementa y enriquece la imagen que tenemos de Lewis Carroll. Más allá de ser el creador de mundos imaginarios, este libro nos descubre a un hombre de profunda erudición y sensibilidad, capturando la esencia de un viajero del siglo XIX con la habilidad de un narrador excepcional. Esta obra no solo atraerá a los admiradores de Carroll, sino también a aquellos interesados en la historia cultural de Rusia y en los relatos de viajes del periodo victoriano.