En "Dos años, ocho meses y veintiocho noches", Salman Rushdie teje una narrativa épica que despliega un tapiz de historia, mitología y amor eterno, situada en un mundo donde los límites entre lo mágico y lo mundano se desdibujan. Esta novela, rica en filosofía y crítica social, se sumerge en la eterna batalla entre la luz y la oscuridad, la razón y el fanatismo, explorando las consecuencias de un mundo entregado a las fuerzas irracionales.
La historia se desarrolla a lo largo de mil y una noches, un período que evoca las famosas historias del folclore árabe, pero con un giro contemporáneo. En ella, Rushdie introduce a Dunia, una princesa jinni de gran poder y corazón apasionado, que se enamora de un filósofo en la antigua Andalucía. Juntos, engendran una progenie numerosa, cuyos descendientes se verán implicados en una guerra celestial siglos después, en una Nueva York que sirve como escenario principal del desenlace de esta confrontación mítica.
La trama se extiende a través de generaciones, entrelazando personajes y eventos en una compleja red de causas y efectos, donde los seres humanos y los jinnis luchan no solo entre ellos, sino también contra sus propias limitaciones y deseos. Los jinnis, liberados en el mundo tras un cataclismo cósmico, traen consigo desafíos que ponen a prueba la fibra moral y la tenacidad de los humanos. Este enfrentamiento se convierte en una meditación sobre el poder destructivo del fanatismo y la necesidad de la razón y la compasión en tiempos de crisis.
Rushdie, conocido por su habilidad para fusionar lo real con lo fantástico, construye en "Dos años, ocho meses y veintiocho noches" un universo donde la fantasía no es solo un escape, sino también un medio para examinar las verdades más profundas de nuestra existencia. Con su característico ingenio y erudición, el autor despliega una parábola moderna sobre la resistencia humana y el poder redentor de las historias en la configuración de nuestro mundo y nuestro destino.
Aunque la novela puede ser desafiante en su densidad y complejidad, ofreciendo "un mar de tedio" para algunos lectores, también presenta "pequeñas islas de interés" que brillan con profundidad y significado, confirmando la posición de Rushdie como uno de los narradores más destacados y valientes de la literatura contemporánea.