En la obra teatral El amante agradecido, escrita por Lope de Vega alrededor del año 1602, se entremezclan elementos de comedia urbana y rasgos picarescos con una profunda reflexión histórica y política. La pieza se desarrolla en una Sevilla post-renacentista, plenamente viva y vibrante, y sigue las peripecias amorosas de su protagonista, un joven caballero cuyo nombre se pierde entre sus muchos amores y desventuras.
La trama principal gira en torno a la vida amorosa del caballero y cómo sus intentos por satisfacer y reconciliar sus afectos personales con sus deberes sociales crean una serie de situaciones cómicas y enredos. Sin embargo, lo que distingue a esta obra dentro del vasto repertorio de Lope es un extenso elogio insertado en el acto central, dedicado al túmulo erigido en honor a Felipe II por la ciudad de Sevilla en 1598, tras su fallecimiento.
Este panegírico, que ocupa cerca de trescientos versos, no solo es un homenaje al monarca fallecido sino que también actúa como un comentario sobre la propia ciudad de Sevilla, reflejando su orgullo y su posición dentro del imperio español. A través de este elogio, Lope de Vega aprovecha para explorar temas de lealtad, memoria y la relación entre el arte y la política. El dramaturgo, conocido por su habilidad para capturar la esencia del espíritu español, utiliza este segmento para meditar sobre la historia y la grandeza perdida, y cómo estas se perpetúan a través de las artes y las celebraciones públicas.
La inclusión de este elogio en una comedia que, por lo demás, sigue las convenciones de la época con respecto al engaño amoroso y los equívocos, plantea preguntas sobre la función del arte en la sociedad y el papel del artista en la política. ¿Por qué Lope de Vega, un maestro de la literatura picaresca y el enredo cómico, se detiene en la solemnidad de la muerte de un rey? La obra sugiere que, incluso en la ligereza de la comedia, los recuerdos y las reverencias del pasado tienen un lugar, conectando así la obra de Lope no solo con su tiempo sino con toda una tradición de reflexión cultural y política.
El amante agradecido, por lo tanto, se revela como una pieza clave para entender no solo la obra de Lope de Vega, sino también el complejo tejido de la sociedad española a principios del siglo XVII, capturando la tensión entre el legado y la innovación, entre el respeto por el pasado y el irrefrenable avance hacia el futuro.