"El arpista ciego", una obra del aclamado Terenci Moix, nos transporta a un Antiguo Egipto reimaginado a través de las vidas de tres inolvidables adolescentes: un joven músico ciego, su travieso amigo flautista y el futuro faraón Tutankamón. El nacimiento de estos tres personajes en ciudades distintas y bajo circunstancias extraordinarias marcará el inicio de una trama que entrelaza sus destinos de manera magistral, llevándolos a compartir aventuras que desafían la realidad y rozan lo surrealista.
La novela se despliega en una narrativa que combina la fantasía con elementos de la novela histórica, aunque con un enfoque irónico y anacrónico que caracteriza la obra de Moix. A través de un estilo coloquial y accesible, el autor nos invita a explorar temas como la tolerancia, la belleza, la juventud y el inevitable paso del tiempo, todos tratados con una frescura y profundidad que cautivan al lector.
La trama se inicia con la muerte de Akenatón, un faraón que intentó imponer un monoteísmo en un Egipto acostumbrado a un panteón de dioses. Este evento histórico sirve de trasfondo para que los protagonistas, Ipi el arpista ciego, Jonet el flautista y Tutankamón, se encuentren y crezcan juntos, enfrentándose a desafíos que mezclan lo divino y lo humano. La historia fluye entre episodios llenos de humor y humanidad, y otros cargados de una emotividad que toca el alma, manteniendo al lector en un constante vaivén entre la risa y la reflexión.
Este relato, más allá de su trama fascinante, es un homenaje a la vida cotidiana del Egipto antiguo, detallada con una precisión que solo Moix podía ofrecer. Entre las calles de Tebas y la Ciudad del Sol, se desenvuelven no solo nuestros jóvenes protagonistas, sino también una serie de personajes secundarios que enriquecen la narrativa y profundizan el contexto histórico y cultural del período representado.
En resumen, "El arpista ciego" es una obra que desborda imaginación y erudición, ofreciendo una lectura envolvente que desafía las convenciones de la novela histórica. Es un viaje delicioso y enriquecedor que confirma a Terenci Moix como uno de los narradores más originales y atrevidos de su tiempo, capaz de mezclar historia, mitología y un humor único que hace de cada página una sorpresa y un deleite.