"El banquete", también conocido como "El simposio", es una obra clásica del filósofo griego Platón, escrita en el periodo de los años 385-370 a.C. Este diálogo socrático, apreciado tanto por su profundidad filosófica como por su belleza literaria, explora el tema del amor y Eros, ofreciendo una visión rica y compleja que ha modelado la concepción del amor platónico junto con el diálogo "Fedro".
La obra se estructura en torno a un banquete celebrado en honor del poeta trágico Agatón, tras su victoria en las fiestas Leneas del 416 a.C. En el evento, los invitados, incluyendo figuras prominentes de la sociedad ateniense, deciden dedicar la velada a discutir sobre el amor. Erixímaco, un médico, sugiere que cada asistente ofrezca un discurso en alabanza a Eros, un dios que, a pesar de su importancia, es raramente elogiado adecuadamente.
Los discursos varían en contenido y estilo, reflejando las distintas perspectivas y especialidades de los oradores. Fedro y Pausanias discuten sobre las prácticas amorosas, Erixímaco ofrece un enfoque científico, mientras que Aristófanes y Agatón proporcionan visiones desde el teatro y la comedia. Sin embargo, es el discurso de Sócrates el que captura la esencia de la indagación filosófica. A través de un relato de su maestra Diotima, Sócrates expone una visión del amor que eleva el concepto a una búsqueda de la belleza y la verdad, trascendiendo las meras interacciones físicas o terrenales.
La narración alcanza un punto culminante con la llegada inesperada de un ebrio Alcibíades, quien irrumpe en el banquete elogiando a Sócrates. En un revés irónico, mientras los otros han alabado a Eros, Alcibíades ofrece un retrato de Sócrates como un ser desafiante y enigmático, un verdadero filósofo dedicado a la búsqueda de la verdad, incluso en el contexto del amor. Esta intervención añade una capa de complejidad a la discusión, destacando la figura de Sócrates como un paradigma de las virtudes que él mismo promueve.
"El banquete" no solo es una exploración del amor en sus múltiples facetas, sino también un testimonio del poder de la dialéctica en la antigua filosofía griega. Con su combinación de argumentos filosóficos, interludios dramáticos, y reflexiones personales, Platón crea una obra que no solo ha informado el pensamiento occidental sobre el amor, sino que continúa fascinando a lectores y estudiosos por su riqueza interpretativa y su relevancia perenne.