En "El color del espacio exterior", una perturbadora novela corta de H. P. Lovecraft, el lector es transportado a un remoto paraje a las afueras de Arkham, donde un ingeniero llega para realizar un estudio preliminar destinado a la construcción de un embalse. Sin embargo, lo que encuentra es un área conocida como el "erial maldito", un terreno que emana una atmósfera de desolación y misterio.
La historia se desarrolla mediante el relato en primera persona del ingeniero, quien se encuentra con un anciano local que le revela la aterradora historia de la parcela. Décadas atrás, un meteorito se estrelló en ese lugar, cerca de una granja. De este meteorito emergió una entidad indescriptible, cuyo color no coincidía con ningún espectro visible para el ojo humano y cuyo comportamiento desafiaba las leyes físicas y químicas conocidas. Esta entidad se ocultó en el fondo de un pozo, pasando desapercibida incluso para los científicos que estudiaron el meteorito.
Con el tiempo, una influencia maligna comenzó a extenderse desde el pozo, afectando primero a la flora y luego a la fauna local. Las plantas y árboles mutaron en formas grotescas y empezaron a mover sus ramas de maneras antinaturales, mientras que los animales desarrollaron cambios alarmantes en color y emitían olores fétidos. La familia que vivía en la granja fue eventualmente consumida por esta influencia alienígena, sufriendo transformaciones físicas y mentales que los llevaron a la locura y la muerte.
El ingeniero, horrorizado por las revelaciones y los efectos palpables del fenómeno, decide abandonar su trabajo y alejarse de Arkham, pero no sin antes aprender que la influencia del ser del espacio exterior continúa expandiéndose lentamente. La historia deja al lector con una sensación de inquietud, sugiriendo que la amenaza sigue latente y podría resurgir en cualquier momento.
Esta obra es un claro ejemplo del estilo único de Lovecraft, combinando ciencia ficción con terror en una narrativa que explora lo desconocido y lo inexplicable, provocando una profunda reflexión sobre nuestra percepción de la realidad y los límites del conocimiento humano.