"El corazón azul del alumbrado", el segundo libro del poeta Benjamín Prado, nos invita a un extenso recorrido por los paisajes artificiales de la literatura, explorando la intersección entre la memoria y la creación poética. A través de sus versos, Prado realiza un viaje nocturno recordando los veranos en diversas ciudades europeas como La Coruña, Madrid, Copenhague, Barcelona, Londres, Granada y Marsella. Cada ciudad no solo representa un lugar físico, sino que se convierte en un vasto campo para la introspección y la búsqueda del paraíso perdido, un tema recurrente en la obra.
En este viaje literario, Prado se inspira en la cita de Paul Valéry "La mirada a veces volvía, perdiendo un ángel", que sirve como leitmotiv del libro, reflejando la nostalgia y la pérdida inevitable que acompaña al recuerdo. Al igual que Charles Baudelaire, el autor busca todas estas ciudades dentro de sí mismo, transformando sus experiencias y recuerdos en una rica tapestria de imágenes y emociones poéticas.
"El corazón azul del alumbrado" también se presenta como un juego de espejos, donde cada poema refleja, distorsiona y multiplica los temas y las imágenes, creando múltiples capas de significado. Este aspecto de la obra puede ser interpretado a través de un koan japonés que Prado incluye en la nota final del libro, sugiriendo que la realidad y la ficción, el recuerdo y el olvido, son meras ilusiones que se pueden ver desde numerosas perspectivas.
Con una prosa que combina la claridad con un profundo lirismo, Prado nos ofrece un libro que no solo es un homenaje a las ciudades que ha visitado, sino también a la literatura misma como un refugio y un espejo donde se reflejan nuestras más profundas inquietudes y deseos. "El corazón azul del alumbrado" es, en definitiva, una obra que desafía al lector a perderse en sus páginas como uno se pierde en las calles de una ciudad desconocida, siempre en busca de ese ángel perdido en la mirada hacia el pasado.
