En "El dios reflectante", Javier Calvo teje una narrativa vibrante y profundamente introspectiva sobre la naturaleza del arte y la locura que a menudo lo acompaña. Con una prosa que mezcla lo surrealista con lo tangible, Calvo presenta a Matsuhiro Takei, hijo del célebre escritor Katsuhiro Takei y protagonista de una infancia complicada bajo la sombra de un padre que lucha por soportar su fama. Esta infancia atípica lo impulsa a destacar mediante actos extravagantes como la creación de dioramas catastróficos y performances de música atonal en Tokio.
Después de ganar notoriedad con una película de ciencia ficción en la isla de Hokkaido, Takei se aventura en su segunda gran obra cinematográfica, "Estupidez terminal", un proyecto que marca el nacimiento de un nuevo género que fusiona las artes marciales con el arte y ensayo. La película explora el derrumbe del sistema neurológico humano provocado por un exceso de pensamiento crítico, reflejando la obsesión de Takei por trascender los límites del cine convencional.
La trama se enriquece con la introducción de personajes complejos y multifacéticos como Spencer Sykes, un revolucionario del cine adulto; Anatol Trilinka, un luchador de kung-fu en crisis; Pola Arthur, una joven en búsqueda de amor; y Sullivan Banks, un académico trágico vinculado a una clínica de trastornos mentales. Estos personajes no solo influencian la dirección del proyecto cinematográfico de Takei, sino que también añaden capas de profundidad emocional y psicológica, explorando temas de identidad, creatividad y alienación.
"El dios reflectante" es una novela coral donde la vida cotidiana se entrelaza con lo bizarro y lo inquietante, creando un tapiz de experiencias humanas que desafía la percepción de la realidad. Calvo, con un estilo único y cautivador, invita a los lectores a reflexionar sobre el acto creativo y sus repercusiones, haciendo de esta obra un espejo en el que se reflejan los monstruos personales y colectivos de nuestra era.