El enebro de Barbara Comyns es una narración envolvente que explora la resiliencia y la transformación a través de la vida de Bella Winter, una mujer marcada por una cicatriz en su rostro, resultado de un accidente de coche causado por un novio desaprensivo. Bella, abandonada y embarazada de un inmigrante que conoció en una fiesta y nunca más volvió a ver, se enfrenta al desafío de criar sola a su hija en un entorno que no siempre comprende ni acepta su situación.
Al distanciarse de una madre que nunca la quiso, Bella encuentra un empleo en una tienda de antigüedades en Richmond, donde, poco a poco, comienza a reconstruir su vida. A través de este trabajo, no solo se apasiona por los objetos antiguos, sino que también forma nuevas amistades y empieza a sentir que, tal vez, la felicidad es posible. Sin embargo, el pasado tiene un modo de volver, desafiando a Bella a enfrentarse a él y, posiblemente, a reconciliarse con sus sombras.
La novela se teje alrededor de la idea de cómo las personas y los objetos entran y salen de nuestras vidas, llenándolas de significado y modelando nuestro entorno. Comyns, con una magia singular y una penetrante visión, trasciende la narración convencional y se adentra en un relato que es tanto una reflexión sobre la maternidad y la identidad, como una reimaginación compasiva de un cuento clásico de los hermanos Grimm. Es una historia sobre la creación de un espacio propio en el mundo, a pesar de las pérdidas y los desafíos que enfrentamos.
El enebro es, según Margaret Drabble, un "sofisticado relato de emociones adultas, narrado sin sentimentalismo", que desafía las ideas preconcebidas sobre cómo debería vivirse la vida. Comyns presenta una narrativa que es tanto realista como mágica, donde los objetos y las personas son testigos silenciosos de las luchas y alegrías de Bella. Este relato es un testimonio del poder del espíritu humano para adaptarse y florecer, incluso en las circunstancias más difíciles.