En "El espía del norte" de Jan Guillou, nos sumergimos en el trepidante mundo del espionaje internacional a través de la figura de Carl Hamilton, conocido en el submundo de la inteligencia como Coq Rouge. Este personaje, un oficial del servicio secreto sueco, emerge de una contradictoria mezcla de aristocracia y pasados ideales comunistas. Formado en Estados Unidos, Hamilton se destaca por su eficiencia implacable, tanto en el uso de su arma como en su habilidad para manejar situaciones delicadas con enigmáticas mujeres.
La trama se desarrolla con un giro inesperado cuando los directores de una empresa gubernamental sueca, dedicada a la fabricación de armamento, se ven envueltos en negociaciones para una venta de armas al gobierno italiano. Sin embargo, estas negociaciones toman un oscuro desvío cuando los directores son secuestrados por la mafia. El rescate exigido no es monetario, sino en forma de armamento de alta tecnología, colocando al gobierno en una posición comprometedora al no poder involucrarse oficialmente con la mafia.
Ante esta encrucijada, el gobierno opta por enviar a Coq Rouge y su equipo como emisarios para manejar las tensas negociaciones. La misión de Hamilton no solo pone a prueba su habilidad para maniobrar en las sombras del mundo criminal, sino que también lo enfrenta a dilemas morales y éticos. Cada paso en territorio enemigo es un juego peligroso de estrategia y riesgo, donde cualquier error puede ser fatal.
"El espía del norte" es más que una historia de espionaje; es un estudio de personajes complejos y a menudo contradictorios, atrapados en la maquinaria de la política internacional y el crimen organizado. Guillou, conocido por su habilidad para tejer narrativas profundas y emocionantes, nos entrega aquí una obra que no solo entretiene, sino que también invita a reflexionar sobre el precio del deber y las sombras que acechan en el corazón del poder mundial.