En "El frágil absoluto", Slavoj Zizek ofrece una provocativa defensa del legado cristiano desde una perspectiva filosófica radical y crítica. Publicado en el año 2000, el libro se inserta en una tendencia contemporánea que busca revalorizar los aspectos subversivos y revolucionarios del cristianismo, enfrentándose a la interpretación conservadora que ha predominado en el pensamiento de izquierdas. En sintonía con autores como Alain Badiou y Giorgio Agamben, Zizek explora la figura de San Pablo y su interpretación del cristianismo como una herramienta crítica y eficaz para la transformación social.
Zizek inicia su ensayo con una crítica incisiva a la distinción común entre un "cristianismo bueno", representado por Jesús de Nazaret, y un "cristianismo malo", desarrollado por sus seguidores y sistematizado en instituciones. En lugar de seguir esta línea de pensamiento, Zizek, al igual que Badiou y Agamben, encuentra en la interpretación paulina del cristianismo una fuente de eficacia crítica que merece ser rescatada.
La segunda mitad del libro revela el enfoque central de Zizek, al contraponer el principio de caridad cristiana, el agápe de Pablo, a las nociones contemporáneas de tolerancia liberal, multiculturalismo y espiritualidad New Age. Zizek considera que estas corrientes actuales diluyen el potencial transformador del cristianismo, y su análisis de los Derechos Humanos como una invitación a transgredir las normas del Decálogo es especialmente polémico. Según Zizek, la caridad cristiana tiene el poder de romper el vínculo entre la ley y el deseo de transgresión, lo que él denomina un "suplemento fantasmal obsceno".
El estilo del autor es notable por su combinación de referencias eruditas y ejemplos del cine comercial, así como anécdotas y chistes que hacen que la lectura sea entretenida. Las ideas de Lacan son un pilar central en el discurso de Zizek, lo que puede representar un desafío para aquellos no familiarizados con la obra del psicoanalista. Sin embargo, los destellos de genialidad característicos de Zizek iluminan el texto, aunque el lector puede terminar con la sensación de haber presenciado un espectáculo de fuegos artificiales, donde el humo se desvanece rápidamente.
"El frágil absoluto" es una obra que desafía al lector a reconsiderar el valor del legado cristiano a través de un análisis audaz y controvertido, reafirmando la capacidad de este para ser un motor de cambio en el mundo contemporáneo.