"El gato que andaba solo", una fascinante historia escrita por Rudyard Kipling, nos sumerge en el mágico relato de cómo algunos animales se domestican, mientras que otros, como el astuto gato, negocian su lugar en el mundo humano sin perder su esencia independiente. Esta narración forma parte de la colección "Just So Stories", publicada inicialmente en 1902, y se destaca por ser una de las más extensas y encantadoras del compendio.
La historia comienza en un tiempo donde todos los animales eran salvajes, y el Gato, en particular, valoraba su libertad sobre todas las cosas, caminando solo y sin ataduras. Por otro lado, la vida del Hombre también era salvaje hasta que conoce a la Mujer. Ella, con una visión de un hogar estable, escoge una cueva, enciende un fuego y prepara una comida, marcando el inicio de una nueva vida en pareja. Mientras el Hombre duerme, la Mujer utiliza su ingenio y magia para atraer al Perro, al Caballo y a la Vaca, prometiéndoles comida y refugio a cambio de su ayuda y compañía.
Durante todo este tiempo, el Gato observa y escucha, manteniendo su distancia y considerando tontos a los otros animales por someterse a los humanos. Sin embargo, una noche, atraído por la leche de la Vaca, el Gato intenta negociar con la Mujer. Astuto, intenta ganarse su favor a través de halagos y pide sentarse junto al fuego y beber la leche. La Mujer, desafiante, le promete concederle sus deseos solo si logra elogiarla tres veces, algo que ella jura nunca permitir. Aunque inicialmente se aleja, el Gato encuentra su oportunidad cuando la Mujer tiene un hijo.
Un día, con el Niño llorando fuera de la cueva, el Gato se acerca y juega con él hasta hacerlo reír, ganándose el primer agradecimiento de la Mujer. Luego, con ayuda de un trozo de lana, provoca la risa del Niño nuevamente, y ronronea hasta dormirlo, obteniendo otro agradecimiento. Finalmente, al matar a un ratón que había asustado a la Mujer, consigue su tercer elogio. A pesar de los intentos de la Mujer por no ceder, el Gato, con su inteligencia y astucia, logra un pacto especial: recibir cuidado y protección sin renunciar a su amada libertad de caminar solo.
Así, "El gato que andaba solo" no solo nos cuenta la historia de cómo el Gato logró mantener su independencia a través de un astuto acuerdo, sino que también refleja una profunda observación sobre la naturaleza humana y animal, y sobre cómo cada ser, a su manera, busca un lugar en el mundo. Esta historia, con su simpleza y profundidad, sigue resonando en los corazones de lectores de todas las edades.
