En "El guardián entre el ibuprofeno", Enfermera Saturada, o Héctor Castiñeira, nos sumerge de nuevo en las divertidas y a veces caóticas realidades del mundo de la enfermería a través de los ojos de Satu, una enfermera que enfrenta su día a día en el hospital con ironía y mucho humor. Esta nueva entrega comienza con un dilema demasiado real: la ironía de una enfermera enferma en sus días libres, incapaz de automedicarse, lo que la lleva a enfrentarse al sistema de salud como paciente.
A lo largo del libro, Satu nos guía por las intricadas y a veces absurdas situaciones que surgen en el hospital. Desde la confusión de los pijamas que parecen viajar más que los propios pacientes, hasta la lucha por acumular puntos para la bolsa de empleo, que se describe con humor como los 'bitcoins de la sanidad'. La obra está cargada de anécdotas que cualquier trabajador del sector salud reconocerá y que para los externos resultarán revelaciones cómicas y sorprendentes.
El libro no solo ofrece una mirada humorística, sino que también critica sutilmente los desafíos y la precariedad que enfrentan los profesionales de la salud. Frases como "una enfermera con turno de noche ha visto más lunas que Joseba el de Carglass" encapsulan las largas y muchas veces invisibles horas que estos profesionales dedican a cuidar de los demás. Además, se tocan temas como la falta de recursos, ejemplificado en no tener suficientes gasas en situaciones críticas, mostrando que el humor puede ser una herramienta para sobrellevar y señalar las deficiencias del sistema.
Enfermera Saturada consigue una vez más conectar con su audiencia a través de relatos que, aunque filtrados por el humor, reflejan una realidad vivida por muchos. "El guardián entre el ibuprofeno" es una lectura obligada para aquellos dentro del ámbito sanitario y una obra reveladora y entretenida para quienes están fuera de él. Es un recordatorio de que, aunque el humor no puede curar las heridas, definitivamente puede hacer el camino un poco más soportable.
