En "El hijo del padre", Víctor del Árbol nos sumerge en el oscuro y complejo mundo de Diego Martín, un respetado profesor universitario, esposo y padre, cuya vida aparentemente ideal se viene abajo tras un acto inconcebible. El libro arranca con una perturbadora confesión: Diego ha secuestrado, torturado y asesinado a un joven enfermero de 24 años, Martin Pearce, que cuidaba de su hermana en un centro psiquiátrico. Pero, ¿qué lleva a un hombre de su estatura a cometer tal atrocidad?
A través de una narrativa intensa y emotiva, Del Árbol desgrana las capas de un hombre que ha luchado por desligarse de sus raíces y su pasado. Diego, hijo de inmigrantes, ha renunciado a su origen rural por una vida en la ciudad, intentando borrar cualquier vestigio de su herencia. Sin embargo, las sombras de su padre y el conflicto ancestral entre su familia y la familia Patriota siguen persiguiéndolo, mostrando cómo el pasado puede aferrarse a uno con garras implacables.
La trama se intensifica al revelarse que Martin Pearce no es quien parece. Detrás de su fachada de joven refinado y sensible, se esconde un pasado y unas intenciones que provocarán en Diego un profundo conflicto interno. Este descubrimiento, junto con la presión de su lucha interna, lo empuja hacia un camino de venganza y autodestrucción, desencadenando así los eventos que lo llevarán a convertirse en lo que más teme: una imagen espejada de su propio padre.
"El hijo del padre" no solo es un thriller psicológico sobre las heridas emocionales que las relaciones familiares pueden infligir, sino también una profunda reflexión sobre la identidad, la verdad y la mentira. Víctor del Árbol utiliza su habilidad para crear ambientes opresivos y tramas apasionantes para explorar cómo el legado de la historia personal y colectiva puede determinar nuestras vidas. La novela invita a los lectores a cuestionar hasta qué punto conocemos realmente a alguien, incluidos nosotros mismos, y si es posible escapar de los fantasmas del pasado.
Con una prosa meticulosa y un dominio del suspense, Del Árbol confirma su estatus como uno de los grandes narradores contemporáneos, ofreciendo una historia que es tanto perturbadora como iluminadora, obligando al lector a enfrentarse a las complejidades del alma humana y los oscuros recovecos de la psique familiar.