En la vibrante Castilla del siglo XIV, "El mal amor" de Fernando Fernán Gómez nos introduce en la vida de un arcipreste juerguista y mujeriego, supuestamente el de Hita, cuyo comportamiento licencioso le lleva a ser reprendido severamente por su tío, el obispo. Como castigo, el arcipreste es confinado en un monasterio durante un año, periodo en el cual se dedica a redactar la fascinante historia que da vida a esta novela.
La trama principal se desarrolla alrededor del conde Don Sancho, que aguarda con ansias el retorno de su esposa y su hija Doña Mencía de Provenza, donde han estado visitando a familiares con el propósito de arreglar el matrimonio de Doña Mencía. Sin embargo, el regreso de las damas junto con algunos caballeros trae consigo algo más que simples preparativos nupciales: introducen en la corte castellana la moda del "amor cortés", un concepto provenzal que revoluciona las normas establecidas de conducta y relaciones.
Este nuevo ideal de amor, que valora la expresión de la adoración y el galanteo sobre los lazos matrimoniales tradicionales, desencadena una serie de situaciones enredadas, picarescas y sumamente divertidas. Los personajes se ven envueltos en un torbellino de malentendidos, intrigas y conflictos amorosos que desafían sus valores y expectativas, llevando el caos a la hasta entonces estructurada vida social de la nobleza.
Con su característica ironía y malicia, Fernán Gómez ofrece en "El mal amor" una espléndida novela de humor que, bajo su ambientación medieval, refleja una aguda crítica de las realidades y conflictos universales del amor, la moral y la sociedad. Esta obra, que fue finalista del Premio Planeta en 1987, no solo entretiene sino que también invita a la reflexión sobre cómo los juegos del amor cortés se asemejan a las complicaciones del amor en tiempos modernos.
Así, "El mal amor" se revela como un ingenioso espejo de las eternas complicaciones humanas en torno al corazón, vestido con el encanto de la época medieval, pero con ecos que resuenan en la actualidad.
