El niño inocente de La Guardia es una obra dramática de Lope de Vega, encuadrada en el teatro sacro del Siglo de Oro Español. Este drama, basado en una leyenda católica, narra el trágico destino de un niño cristiano en la villa de La Guardia, Toledo. El relato se centra en la supuesta conspiración y asesinato del niño por parte de un grupo de judíos y conversos, quienes, según la leyenda, lo sacrifican en un ritual que recuerda la muerte de Jesucristo.
La obra abre con el contexto de la España de los Reyes Católicos, donde la convivencia entre cristianos, musulmanes y judíos está marcada por tensiones y conflictos religiosos. En esta atmósfera de sospecha y fervor religioso, el niño de La Guardia es presentado como un mártir, cuya muerte es vista como un acto de fe que refuerza la identidad cristiana de la nación.
A través de diálogos intensos y personajes profundamente dibujados, Lope de Vega explora temas como la fe, la justicia, el fanatismo y la redención. Los acusados, bajo la presión de la inquisición, enfrentan un juicio que no solo decide su destino, sino que también refleja las dinámicas de poder y control en la España de la época.
Con un enfoque crítico, aunque producto de su tiempo, Lope utiliza el drama para cuestionar la moralidad de la justicia administrada bajo influencia religiosa y política. La obra, rica en emociones y conflictos, no solo es un reflejo del teatro de su tiempo, sino también una ventana a las complejidades sociales y religiosas de la España del siglo XVI.
El niño inocente de La Guardia es considerado uno de los dramas históricos más conmovedores de Lope de Vega, que no solo entretenía al público de su tiempo, sino que también lo educaba y provocaba reflexión sobre temas de actualidad y justicia. A través de esta obra, Vega consolida su reputación como uno de los dramaturgos más importantes del Renacimiento español, capaz de abordar las preocupaciones universales de la naturaleza humana y la sociedad.
