"El Oro del Depredador", la segunda entrega de la tetralogía "Mortal Engines" escrita por Philip Reeve, continúa explorando un futuro distópico y postapocalíptico donde las ciudades móviles pelean por los menguantes recursos de la Tierra. Esta novela sigue las peripecias de Tom Natsworthy, un joven del Gremio de Historiadores de la gigantesca ciudad de Londres, y su compañera Hester Shaw, quienes, tras sobrevivir a numerosos peligros, se encuentran varados en un helado vertedero, al borde de la muerte debido a un fallo en los motores de su aeronave, la Jenny Haniver.
En un giro del destino, la pareja es rescatada por la ciudad de Anchorage, una metrópolis de hielo que ha logrado evitar ser devorada por otras ciudades gracias a su aislamiento y ocultación. Sin embargo, Anchorage no es el santuario que parece ser. A medida que Tom y Hester se integran en la sociedad de la ciudad, pronto descubren que Anchorage tiene sus propios secretos y peligros. El alcalde de la ciudad, decidido a encontrar una mítica tierra fértil en el norte, pone en marcha un plan que podría significar la salvación o la ruina total para todos los habitantes de Anchorage.
Con "El Oro del Depredador", Reeve amplía el vasto mundo que creó en "Máquinas Mortales", profundizando en la política, la cultura y las luchas de poder de las ciudades móviles. La novela es un entramado de aventuras, intrigas y revelaciones, donde los personajes deben lidiar no solo con las amenazas externas, sino también con conflictos internos y personales. La relación entre Tom y Hester se pone a prueba de maneras inesperadas, explorando temas de confianza, traición y el peso de las decisiones pasadas.
Aventura, misterio y un mundo futurista y único hacen de "El Oro del Depredador" una lectura obligatoria para los amantes de la ciencia ficción y la fantasía. La habilidad de Reeve para entrelazar historias personales con temas ambientales y sociales sigue capturando la imaginación de los lectores, dejándolos ansiosos por la siguiente entrega de esta emocionante saga.