El país de octubre, una colección de cuentos de Ray Bradbury, nos transporta a un dominio donde lo macabro y lo fantástico se entrelazan con la cotidianidad. Publicado originalmente en 1955, este libro reúne diecinueve relatos, algunos reimpresos de su anterior obra Dark Carnival, y otros añadidos posteriormente, ofreciendo una ventana a un universo donde lo ordinario se convierte en el escenario de lo extraordinario.
En "El enanecido", un dueño de un pasillo de espejos y un joven visitante de un carnaval observan cómo un enano utiliza los espejos deformantes para verse más alto, explorando temas de percepción y autoestima. "El siguiente en la fila" revela una perturbadora política en un cementerio mexicano, desafiando a una pareja extranjera a enfrentarse a sus percepciones sobre la muerte y la dignidad. Por su parte, "Esqueleto" nos cuenta la historia de un hombre convencido de que su esqueleto es un parásito, llevándolo a consultar a un especialista no convencional, en una mezcla de horror y psicología.
La narrativa de Bradbury se sumerge en lo gótico y lo surrealista con historias como "La jarra", donde un granjero compra una jarra con un contenido misterioso que fascina y repulsa a su comunidad, y "El emisario", donde un niño enfermo encuentra en su perro y una vecina sus únicos contactos con el mundo exterior, hasta que la tragedia altera su realidad. "Tocado por el fuego" sigue a dos ancianos en su misión de salvar almas desdichadas, solo para encontrarse con un desenlace sangriento.
Otras historias como "La multitud" y "La guadaña" profundizan en el misterio y el horror, explorando cómo los accidentes y la cosecha en una granja esconden secretos sobrenaturales. "Tío Einar", por otro lado, nos introduce a un ser inmortal que busca redención y conexión a pesar de su naturaleza fantástica.
Con ilustraciones de Joseph Mugnaini que complementan el tono y la atmósfera de los cuentos, El país de octubre es un testimonio del talento de Bradbury para fusionar lo espeluznante con lo poético, creando un paisaje donde lo sombrío se encuentra perpetuamente con lo sublime. Cada relato no solo entretiene, sino que también invita a la reflexión sobre temas universales como el amor, la muerte y la identidad a través del prisma de lo fantástico y lo inquietante.
