En "El pasajero", Cormac McCarthy nos sumerge en las profundidades del Golfo de México en 1980, donde Bobby Western, en una inmersión nocturna, descubre un avión siniestrado con nueve cuerpos aún abrochados a sus asientos. La ausencia de la caja negra y de un décimo pasajero desencadena una serie de eventos que arrastran a Bobby a un vórtice de conspiraciones y secretos gubernamentales. La sombra de su padre, uno de los cerebros detrás de la bomba de Hiroshima, y el recuerdo de su hermana Alicia, marcan profundamente su existencia, tejiendo una red de culpa y redención que lo persigue incansablemente.
"Stella Maris", situada ocho años antes en Wisconsin, nos introduce en la mente de Alicia Western, una joven prodigio de las matemáticas, internada voluntariamente en un hospital psiquiátrico con un diagnóstico de esquizofrenia paranoide. Acompañada de cuarenta mil dólares en una bolsa de plástico, Alicia se sumerge en un introspectivo viaje a través de la locura, rehusando hablar de Bobby y enfocándose en la intersección de la física y la filosofía. Las transcripciones de sus sesiones psiquiátricas revelan una mente brillante que lucha por entender su propia percepción de la realidad, mientras desgrana complejas cuestiones sobre Dios, la verdad y la existencia.
Las novelas "El pasajero" y "Stella Maris", publicadas conjuntamente, se entrelazan para ofrecernos una visión dual de una misma tragedia familiar y existencial. McCarthy, con su característica prosa densa y poética, construye un universo donde los personajes se enfrentan a sus fantasmas personales y colectivos, explorando los límites de la culpa, la responsabilidad y la redención. A través de las vidas de Bobby y Alicia, el autor nos confronta con el peso ineludible del pasado y la inescapable búsqueda de sentido en un mundo caótico.
Este díptico literario no solo consolida la reputación de McCarthy como uno de los grandes narradores contemporáneos, sino que también ofrece una profunda reflexión sobre las sombras que la historia y la ciencia proyectan sobre el individuo. "El pasajero" y "Stella Maris" son, en conjunto, una obra maestra que desafía al lector a mirar más allá de la superficie de la realidad y a cuestionar las verdades que damos por sentadas.