En "El pedestal de las estatuas", Antonio Gala desentraña con maestría la historia oculta de la España de los siglos XV y XVI a través de la figura de Antonio Pérez, secretario personal de Felipe II. La novela comienza con el hallazgo de unos cuadernos que revelan correspondencias, documentos y pruebas que implican a la monarquía, la Iglesia y la nobleza en una serie de asesinatos y estrategias siniestras que marcan un periodo oscuro y turbulento en la historia de España.
La narrativa se despliega en tres partes principales, donde la voz de Antonio Pérez guía al lector a través de los intrincados pasillos del poder. En la primera, Pérez recupera y analiza documentos antiguos dejados por su padre, Gonzalo Pérez, también secretario de Carlos I. Esta sección ofrece una visión cruda de las luchas y las intrigas de los Reyes Católicos y su descendencia, revelando aspectos poco conocidos de figuras históricas claves. La meticulosa reconstrucción de los eventos y la profundidad de los análisis hacen que esta parte sea una inmersión fascinante en la historia de España.
La segunda parte se centra en Felipe II, el monarca bajo cuyo mandato Pérez sirvió. Gala aprovecha esta sección para explorar las decisiones y las indecisiones del rey, sumergiendo al lector en las complejidades de su reinado, marcado por conflictos internos y externos, y por una constante lucha por mantener el poder y la estabilidad en un imperio donde "el sol nunca se ponía".
Finalmente, la tercera parte narra la caída de Antonio Pérez, desde su arresto hasta su condena y eventual huida. Esta sección no solo cierra el círculo de la vida del secretario, sino que también simboliza el declive de una era, mostrando cómo incluso los más cercanos al poder no están exentos de caer en desgracia.
"El pedestal de las estatuas" es, en esencia, una exploración de la corrupción inherente al poder y cómo esta se acumula y perpetúa en las figuras que la historia ha elevado a un pedestal. A pesar de la densidad y complejidad de la prosa, que puede resultar ardua por su fidelidad al lenguaje de la época y su rica intertextualidad, la novela de Gala es una obra monumental que desafía al lector a mirar más allá de la grandiosidad de las estatuas y cuestionar la basura acumulada a sus pies. Un retrato descarnado y apasionante de uno de los periodos más intrigantes de la historia española.
