En "El pobre de Asís", Nikos Kazantzakis ofrece una interpretación única y audaz de la vida de San Francisco de Asís, desligándose de la fidelidad histórica para explorar las profundidades de su peculiar visión religiosa. Esta novela, que se cuenta entre las últimas obras del autor, no busca reconstruir la imagen canónica del santo, sino presentar una figura más humana y quijotesca, acompañada por su fiel escudero, el hermano León, quien narra una versión distorsionada, pero profundamente personal, de la vida del santo.
La historia se desarrolla en el marco de la rica tradición literaria de Kazantzakis, conocido por su enfoque provocador y a menudo controvertido de las figuras religiosas. En esta obra, Francisco es retratado como "el pobre de Dios", un loco sublime y trágico cuyo destino es paralelo al de Don Quijote, luchando por un ideal que parece perderse en el vacío al no encontrar verdaderos seguidores que perpetúen su legado.
El autor profundiza en la figura de Francisco no solo como un despreciador del mundo material, sino también como un visionario cuyo ideal de pobreza absoluta es visto como el único camino hacia Dios, siguiendo el mensaje de amor y entrega total que Jesús promulgó. Kazantzakis utiliza su narrativa para explorar y resaltar las cualidades que él admira en San Francisco: la sencillez, la intensidad de su fe y la pureza de sus intenciones.
Publicada un año antes de la muerte de Kazantzakis, "El pobre de Asís" refleja una suavización en la virulencia que caracterizó sus obras anteriores, pero sigue siendo un testimonio de su habilidad para fusionar el drama humano con profundos cuestionamientos espirituales. A través de este retrato alternativo, Kazantzakis invita a los lectores a reconsiderar la figura de San Francisco y el verdadero significado de la santidad, desafiando las percepciones convencionales y provocando una reflexión sobre la naturaleza del compromiso espiritual y la búsqueda de la verdad divina.
