"El rey Juan" de William Shakespeare es una obra que sumerge al lector en las turbulentas aguas de la política medieval y la disputa por la corona inglesa a principios del siglo XIII. Tras la muerte de Ricardo Corazón de León, la sucesión al trono inglés queda en entredicho. La corona debería pasar a Arturo, el joven hijo de Godofredo, hermano predecesor de Ricardo, pero es Juan, el hermano menor de Ricardo, quien se instala en el trono como Juan I, conocido despectivamente como Juan Sin Tierra.
La acción de la obra se sitúa en el año 1203, momento en el que Arturo, ya con 16 años, se ve envuelto en una guerra de legitimidad instigada por Felipe II de Francia, quien apoya la reclamación de Arturo contra Juan. Este conflicto se intensifica con la presencia de personajes como Leonor de Aquitania, la madre de Juan, y Constanza, la madre de Arturo, cuyas rivalidades personales y políticas añaden una rica dimensión al drama.
En medio de estos conflictos reales, aparece Felipe Faulconbridge, hijo bastardo de Ricardo Corazón de León, quien proporciona un toque de humor y, más tarde, se convierte en la voz de la razón en la obra. La batalla por la legitimidad se lleva a las puertas de Angers, donde los ciudadanos, cansados de la lucha, deciden cerrar sus murallas hasta que se resuelva la cuestión de la sucesión.
A pesar de las grandes expectativas sobre los eventos históricos como la firma de la Carta Magna, Shakespeare se centra menos en los hitos y más en las luchas personales y políticas, proporcionando así una exploración de la naturaleza del poder y la legitimidad. "El rey Juan" no solo es un drama histórico, sino también una reflexión sobre la ambición, la traición y las consecuencias de la guerra en la sociedad.
Aunque no es una de las tragedias más aclamadas de Shakespeare y el final puede parecer abrupto, "El rey Juan" ofrece una visión entretenida y accesible de un tumultuoso periodo de la historia inglesa, marcado por figuras complejas y conflictos que resuenan con temas universales de autoridad y rebelión.
