El sol desnudo, una obra maestra de Isaac Asimov, se presenta como la segunda entrega de la célebre Serie de los Robots. Esta novela, que combina ciencia ficción, ficción de detectives y toques de distopía, fue publicada por primera vez en 1957 por la editorial Doubleday. Ambientada en el siglo 47, nos traslada a un futuro en el que la humanidad ha colonizado 50 planetas extrasolares, entre ellos Solaria, donde tendrá lugar la intriga principal.
El protagonista, el detective terrestre Elijah Baley, es convocado para resolver un misterioso asesinato en Solaria, un planeta donde los habitantes viven en aislamiento, sirviéndose de la tecnología avanzada para evitar el contacto físico. Baley debe superar su agorafobia, un temor común entre los terrestres, para investigar la muerte del ingeniero fetal Rikaine Delmarre. Acompañado por el robot aurorano R. Daneel Olivaw, Baley se enfrenta a una sociedad donde cada habitante tiene a su disposición miles de robots positrónicos y el contacto humano es prácticamente inexistente.
En Solaria, los residentes, limitados a un número fijo de 20,000, interactúan casi exclusivamente a través de medios electrónicos. La cultura solariana ha evolucionado hasta el punto de que el contacto directo entre personas es temido y evitado. Este peculiar contexto social complica la investigación de Baley, ya que todos los indicios apuntan a Gladia Delmarre, la esposa de la víctima, como la única sospechosa con la oportunidad de cometer el crimen. Sin embargo, el motivo sigue siendo un enigma, y el arma homicida, un misterio aún más profundo.
A medida que Baley se sumerge en la investigación, enfrenta intentos de asesinato sobre el director de seguridad interino de Solaria, Hannis Gruer, y sobre él mismo. La resolución del caso revela no solo al verdadero culpable, sino también el ingenioso método utilizado para ocultar el arma homicida. En el proceso de resolución del crimen, Asimov explora las limitaciones de la Primera Ley de la Robótica, cuestionando si es posible que un robot pueda asesinar a un ser humano, un dilema ético y tecnológico que resuena en toda la saga.
El trasfondo de El sol desnudo nos ofrece una reflexión sobre los elementos esenciales para la perdurabilidad de una civilización. Asimov retoma la idea de un hábitat humano completamente controlado, como las ciudades techadas de la Tierra, propuestas inicialmente en Bóvedas de acero. El título de la novela, una referencia al "sol desnudo", simboliza la exposición a los elementos naturales y la vulnerabilidad inherente a la humanidad cuando se enfrenta a lo desconocido. Así, la novela no solo es un relato de detectives, sino también una meditación sobre la evolución cultural y tecnológica de la humanidad.