"El último cuaderno" de José Saramago, con prólogo de Umberto Eco, es más que una obra literaria; es un profundo llamado al compromiso y la sinceridad personal del escritor. Este libro compila los pensamientos y reflexiones que Saramago compartió en su blog entre marzo de 2009 y junio de 2010, en lo que sería su despedida final del mundo literario. No se trata de un compendio triste ni solemne, sino de una serie de ofrendas íntimas que revelan la pasión y los sueños de un autor comprometido con la crítica social y la autoexploración.
En sus páginas, Saramago no solo comparte observaciones del día a día o eventos significativos, sino que también utiliza el humor, la ironía y una profunda compasión para analizar y cuestionar la realidad. Rescata textos que, aunque escritos en otro tiempo, resuenan con urgencia en el presente, regalándonos una nueva perspectiva sobre temas eternos. La obra nos acerca a figuras como Kafka y Charlot, y nos narra vivencias personales como la ascensión a la Montaña Blanca en Lanzarote, todo ello mientras reflexiona sobre la justicia y sus administradores, los jueces.
"El último cuaderno" es un testamento intelectual de un hombre que, aunque consciente de su mortalidad, se abraza a la inmortalidad que ofrece el legado de sus palabras y pensamientos. Saramago nos invita a ver el mundo desde una perspectiva oblicua, a cuestionar el poder y a no bajar la cabeza más que para besar. A través de su escritura, que combina la curiosidad de un explorador con la sabiduría de un narrador nato, nos ofrece un último vistazo a su vasto entendimiento del mundo.
Este libro no es solo una colección de entradas de blog; es una conversación continua con el lector, una voz que, aunque ya no esté físicamente, sigue resonando y haciendo falta. Pilar del Río, en su epílogo, describe a Saramago como un hombre de la tierra, cuya obra sigue nutriendo y sosteniendo nuestras almas. "El último cuaderno" nos deja con la esencia de un Saramago eterno, cuyas reflexiones siguen desafiando y enriqueciendo nuestro entendimiento del mundo y de nosotros mismos.