El vendedor de naranjas, obra debut en la narrativa de Fernando Fernán Gómez, refleja con humor irónico y una carga emocional notable los entresijos del cine español de los años cincuenta, una industria aún en sus primeros pasos y marcada por la picaresca. A través de una trama que se desarrolla en un marco autobiográfico, la novela sumerge al lector en un ambiente donde los productores cinematográficos son descritos jocosamente como empresarios valencianos del sector naranjero.
Fernán Gómez, quien para entonces ya era un reconocido actor y director, utiliza su experiencia personal para dar vida a un relato vibrante lleno de estafas, chanchullos y desengaños, elementos todos recurrentes en la producción cinematográfica de la época. La narrativa, enriquecida con diálogos vivaces y descripciones que capturan la esencia del Madrid de mediados de siglo, ofrece una visión tanto cruda como tiernamente humorística de la lucha diaria de los trabajadores del cine.
La novela no solo se centra en los aspectos más sombríos y humorísticos de la industria, sino que también ilumina las condiciones de vida de los que allí laboraban, ofreciendo un retrato humano y cercano de sus esperanzas y desilusiones. La historia transcurre mostrando la dualidad de un mundo lleno de ingenio y sobrevivencia, donde la astucia es a menudo la herramienta más valiosa para navegar en un mar de oportunidades muchas veces efímeras.
Con un estilo que oscila entre lo teatral y lo cinematográfico, Fernán Gómez consigue que el lector se sienta parte de la acción, casi como si estuviera viendo una película. Esta capacidad para evocar imágenes y situaciones a través de las palabras es complementada en esta edición con un epílogo de Aguilar y Cabrerizo, quienes profundizan en las dimensiones kafkianas y jardielianas de la obra, destacando su habilidad para mezclar la crítica social con un humor muy español.
En resumen, El vendedor de naranjas es una obra que captura con maestría los contrastes de la vida cinematográfica de posguerra en España, ofreciendo al mismo tiempo una reflexión sobre la naturaleza humana y la sociedad. Un texto imprescindible para entender no solo la historia del cine español, sino también para apreciar el arte de uno de sus más ilustres polímatas.