"En el alambre de Shiva" es la segunda entrega de "La Dragontea", una serie de obras autobiográficas de Fernando Sánchez Dragó donde explora los confines de su existencia y experiencia. En este volumen, Dragó se sumerge en una introspección profunda y desinhibida, describiendo su vida como un acto de equilibrio sobre el filo de lo convencional y lo extraordinario, siempre en búsqueda de la verdad y la esencia de su ser.
La obra se presenta como un historial clínico, un compendio de confesiones que delinean no solo lo que el autor ha sido y hecho, sino también lo que aspiraba ser y lo que inadvertidamente llegó a ser. A través de sus 464 páginas, Dragó despliega una narrativa que mezcla realidad y percepción, poniendo a prueba los límites de lo aparentemente real con alteraciones de la percepción y experiencias que rozan lo orgiástico. Su escritura, siempre provocativa y sin miedo a transgredir las normas sociales o legales, invita a los lectores a un viaje por la recta final del siglo veinte a través de sus ojos.
Más que una simple autobiografía, "En el alambre de Shiva" es un espejo en el que el autor se refleja y refleja su visión del mundo. Inspirado por la cita de Borges que menciona en el prólogo, Dragó busca que su obra actúe como ese espejo que muestra no solo su rostro, sino también el del lector. Este libro es, por tanto, una invitación a aquellos interesados en conocer más sobre este enigmático personaje y su peculiar visión del mundo, mientras que aquellos desinteresados en su figura pueden, como sugiere el autor, simplemente pasar de largo.
En definitiva, "En el alambre de Shiva" no solo captura la esencia de Fernando Sánchez Dragó, sino que también desafía al lector a confrontar sus propias percepciones de la vida, la moral y la realidad. Es un testimonio ológrafo de un hombre que ha vivido al límite, un documento fascinante de una personalidad compleja y a menudo controvertida.