"En la muerte de Miguel Hernández" de Vicente Aleixandre es una conmovedora elegía que el poeta dedica a su contemporáneo y amigo, Miguel Hernández, tras su prematura muerte en la cárcel en 1942. Este poema, escrito en la misma prisión poco después del fallecimiento de Hernández, refleja no solo el profundo dolor por la pérdida de un ser querido, sino también una crítica a la brutalidad y la deshumanización de la guerra y la represión política. Aleixandre utiliza un lenguaje lírico y simbólico para retratar a Hernández como un mártir de la libertad y del amor, cuya luz fue apagada por la opresión y la ignorancia.
La obra se divide en tres partes, cada una explorando diferentes facetas de la vida y muerte de Hernández. La primera sección describe la muerte solitaria de Hernández en términos casi cósmicos, presentándolo como un cuerpo celestial abandonado en un vacío oscuro, una "tumba estelar" que encapsula su grandeza incluso en la muerte. La segunda parte critica a aquellos que permitieron que esta tragedia ocurriera, simbolizando la falta de humanidad y compasión en el trato hacia el poeta. Finalmente, la tercera sección es un llamado a la reflexión y al lamento eterno, enfatizando la injusticia de su muerte y el impacto perdurable de su obra y su espíritu.
Aleixandre, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1977 y destacado miembro de la Generación del 27, utiliza su maestría poética para rendir homenaje y recordar a Hernández no solo como un poeta excepcional, sino como un símbolo de resistencia y pureza artística en tiempos de adversidad. "En la muerte de Miguel Hernández" es, por tanto, tanto un tributo personal como un documento histórico que captura la angustia y la esperanza de una era marcada por el conflicto y la represión.
Este poema no solo es un reflejo de la amistad y el respeto mutuo entre dos grandes poetas, sino también un recordatorio doloroso de los costos humanos de la injusticia y la opresión. A través de su lírica intensa y emotiva, Aleixandre nos invita a recordar y honrar la memoria de Hernández, cuya vida y obra continúan inspirando a generaciones en la búsqueda de justicia y belleza en un mundo a menudo sombrío.
