En "En tierra extraña, en tierra propia", Lorenzo Silva nos invita a explorar una reflexión profunda sobre la narrativa y el espacio, tanto físico como emocional, que ocupan los relatos en nuestras vidas. A través de sus páginas, el autor desentraña cómo cada historia es un viaje por el tiempo y el espacio, y cómo estos elementos se convierten en esenciales para la construcción de la literatura. Silva propone que toda narración requiere que el lector ceda su tiempo para sumergirse en el mundo que el narrador ha tejido, un acto de entrega que permite que la historia cobre vida y suplante la realidad del lector.
El libro explora la idea de que los espacios en los que ocurren las narraciones nunca son aleatorios o improvisados. Silva argumenta que, ya sea a través de la invención o la reconstrucción, los escritores crean meticulosamente los territorios de sus historias, influenciados por sus experiencias personales y los lugares que han marcado su vida. Esta conexión entre la vida del autor y los espacios que describe se ve ilustrada con el ejemplo de Kafka y su representación casi surrealista de Praga, revelando cómo los entornos cotidianos pueden transformarse en escenarios literarios extraordinarios.
Además, Silva aborda la dicotomía entre lo propio y lo extraño, y cómo esta percepción del territorio se forja a partir de nuestras experiencias de familiaridad y extranjería. El autor destaca la intensidad emocional que surge tanto de pertenecer a un lugar como de sentirse extranjero, y cómo estas experiencias intensas son fundamentales para la creación literaria. Al evocar su propia experiencia, menciona cómo ha escrito sobre Madrid y Getafe, lugares que considera su "tierra propia", mientras que también se ha aventurado a explorar "tierras extrañas" en sus obras, utilizando estos contrastes para enriquecer sus narrativas.
Finalmente, "En tierra extraña, en tierra propia" de Lorenzo Silva es un ensayo introspectivo que no solo nos habla de su proceso creativo y las influencias geográficas en su obra, sino que también ofrece una mirada al corazón de la literatura como un campo donde coexisten la memoria y el descubrimiento. Silva nos muestra que la literatura es un dominio donde la evocación de lo conocido y la exploración de lo desconocido se entrelazan, permitiendo que las historias resuenen con autenticidad y profundidad emocional.
