Firefight, el segundo libro de la aclamada Trilogía de los Reckoners de Brandon Sanderson, continúa la trepidante saga de David Charleston, quien tras el asombroso derrocamiento del Épico Steelheart en Steelheart, se enfrenta ahora a nuevas y más profundas incógnitas en un mundo dominado por supervillanos con poderes extraordinarios. La historia se traslada a Babilonia Restaurada, antes conocida como Manhattan, una ciudad desolada y sumergida bajo las aguas, gobernada por la tiránica Épica Regalia.
David, impulsado por una mezcla de venganza y justicia, se sumerge en esta nueva urbe con la esperanza de descubrir respuestas y llenar el vacío emocional dejado por la muerte de Steelheart. Sin embargo, su misión principal es encontrar a Firefight, la misteriosa Épica que ha capturado su corazón y cuya verdadera naturaleza y alineación siguen siendo un enigma. Este objetivo le lleva a enfrentarse no solo a Regalia y sus intrigas, sino también a confrontar sus propias percepciones sobre los Épicos y su lucha personal entre el bien y el mal.
A pesar de algunos aspectos controversiales destacados por los críticos, como la presencia de comentarios inapropiados y la confusión temática en torno al enfoque de la historia, Firefight brilla por su acción incesante y sus sorpresivas vueltas de tuerca. Sanderson demuestra una vez más su habilidad para crear secuencias de batalla vibrantes y estrategias ingeniosas que mantienen al lector al borde de su asiento. Además, las reflexiones y las peculiares metáforas de David añaden un toque de humor y profundidad a la narrativa, explorando los límites de la moralidad en un mundo regido por el poder absoluto.
En resumen, Firefight es un viaje emocionante y complejo a través de un paisaje urbano distópico, donde las alianzas son tan fluidas como las aguas que inundan Babilonia Restaurada. Con cada página, Sanderson teje una historia de supervivencia, traición y redención que promete mantener a los lectores ansiosos por el desenlace final de esta trilogía épica. A pesar de sus defectos, el libro se destaca por su narrativa dinámica y su capacidad para sorprender, consolidando el estatus de Sanderson como un maestro del género de la fantasía moderna.