"Gente muy antigua", obra póstuma del icónico H.P. Lovecraft, es una narración epistolar dirigida a su amigo Donald Wandrei, bajo el apodo de "Melmoth". Publicada originalmente en 1940 en la revista Scienti-Snaps, esta historia se destaca por su origen inusual: una carta fechada el 3 de noviembre de 1927, en la cual Lovecraft relata un sueño perturbador que experimentó.
En su sueño, Lovecraft se ve a sí mismo como un oficial romano en los tiempos crepusculares de la República, asignado a un poblado cercano a Pompaelo. La trama se despliega en un escenario terrorífico donde, durante los inicios de mayo y noviembre, los habitantes de los cerros cercanos llevan a cabo secuestros en el pueblo. Estos seres, descritos como la "gente muy antigua", realizan rituales malignos que siembran el terror entre los pobladores. Estos rituales, que tienen claras connotaciones con prácticas diabólicas y del Sabbath, subrayan el horror cosmico y el misterio ancestral que son característicos en la obra de Lovecraft.
La habilidad de Lovecraft para transformar un sueño vívido en una pieza de terror literario es notable. La carta no solo sirve como una narración escalofriante, sino también como un vistazo introspectivo al proceso creativo de Lovecraft, quien confiesa su intención de algún día plasmar estos terrores nocturnos en papel. "Gente muy antigua" es un testimonio del talento de Lovecraft para fusionar lo histórico con lo sobrenatural, explorando temáticas de antigüedad y mal inmemorial que perturban la paz del presente.
Este relato, aunque breve, encapsula la esencia del género de terror al estilo Lovecraftiano: una mezcla de historia antigua, lo oculto y la inquietante revelación de que no estamos solos en el universo, y que el pasado humano guarda secretos mucho más oscuros y profundos de lo que podemos imaginar. "Gente muy antigua" no solo entretiene, sino que también invita a reflexionar sobre el alcance de nuestros conocimientos y la existencia de horrores que desafían nuestra comprensión.