En su obra "¿Ha muerto Shakespeare?", Mark Twain se sumerge en las controversias sobre la identidad de William Shakespeare, el bardo de Stratford-upon-Avon, utilizando su característico estilo satírico y mordaz. Con un enfoque agudo y humorístico, Twain aborda las teorías sobre la verdadera autoría de las obras atribuidas a Shakespeare, cuestionando si realmente fue él quien las escribió o si, por el contrario, pertenecen a otra figura histórica, como Francis Bacon.
Twain inicia su argumentación comparando la construcción del personaje de Shakespeare con el montaje de un esqueleto de brontosaurio en el Museo de Historia Natural. Con solo nueve huesos originales, todo el resto fue recreado con yeso, una analogía que utiliza para ilustrar cómo la figura de Shakespeare ha sido construida más sobre conjeturas que sobre hechos sólidos. A través de un discurso lógico y meticuloso, Twain desmantela los argumentos tradicionales que defienden la autoría de Shakespeare, sugiriendo que estos se basan más en creencias infundadas que en pruebas concretas.
A lo largo de 96 páginas, Twain no solo ofrece un ensayo cautivador que da título al libro, sino que también incluye una biografía burlesca y un cuento breve que complementan su visión crítica y satírica del tema. A través de sus observaciones, Twain invita al lector a cuestionar la reverencia incuestionable hacia Shakespeare, promoviendo una reflexión sobre la manera en que se construyen las figuras icónicas de la literatura y la historia.
El autor, conocido por su destreza argumentativa y su capacidad para mezclar humor con crítica social, se adentra en las discusiones sobre la identidad de Shakespeare con el objetivo de ridiculizar el fanatismo y la intolerancia que rodean estas polémicas. Twain sugiere que, al defender sus convicciones sobre quién fue realmente Shakespeare, muchos se basan en certezas que no son más que suposiciones.
En última instancia, "¿Ha muerto Shakespeare?" no solo desafía al lector a reconsiderar su percepción sobre uno de los más grandes autores de la literatura universal, sino que también celebra el poder de la sátira y la anécdota para desmantelar mitos y fomentar un pensamiento crítico. Este pequeño volumen es una obra esencial para aquellos interesados en la biografía, la literatura y el ingenio inconfundible de Mark Twain.