"Hacia un saber sobre el alma", una obra de María Zambrano, reúne textos escritos entre 1933 y 1945, que se publicaron en distintas revistas de España y América. Estos escritos marcan el origen de su pensamiento más innovador y la formulación de la "razón poética", concepto que se convirtió en una de las aportaciones más significativas al pensamiento filosófico del siglo XX. Zambrano explora la intersección de la pasión y la razón como las únicas vías mediante las cuales la verdad se puede revelar. Este libro no solo dialoga con figuras como Nietzsche, Ortega y Gasset y Freud, sino que también traza la evolución de su propia filosofía.
El libro, introducido por Juan Fernando Ortega Muñoz, presenta una colección de artículos que iluminan el desarrollo de la razón poética en Zambrano. Aunque los ensayos no siguen un orden cronológico, excepto el ensayo titular que es el más antiguo y fue escrito antes de la Guerra Civil Española y el exilio de la autora, todos están unidos por una cohesión temática que refleja la evolución del pensamiento de Zambrano. Publicado inicialmente en 1950 y reeditado en 1986, este trabajo representa el núcleo de la fenomenología divina de Zambrano.
La obra explora profundamente la filosofía, cuestionando su propósito y necesidad. Zambrano busca justificar la filosofía mostrando sus orígenes y comparando el ser actual con las necesidades que originalmente motivaron su surgimiento. A través de esta indagación, Zambrano no solo aborda la filosofía en general, sino también su propia visión filosófica, buscando orden en el interior humano y desarrollando una comprensión más profunda del alma.
En los primeros siete ensayos, que Zambrano compara con un largo poema, la autora entrelaza conceptos relacionados con el alma, su persistencia y su necesidad de reconocimiento y orientación, más allá de las simples explicaciones racionales o naturales. A través de estos ensayos, Zambrano despeja el camino hacia un entendimiento más profundo del alma, utilizando la filosofía, la religión y la poesía. Argumenta que tanto la poesía como la religión son formas de lenguaje primigenias y sagradas que preceden al pensamiento racional y ayudan a revelar nuestro origen.
Uno de los ensayos más destacados del libro es "La metáfora del corazón (Fragmento)", donde el corazón se presenta en diversas formas: ardiente, herido y pesaroso. Zambrano utiliza la metáfora del corazón para explorar cómo la filosofía, en su esencia, busca desentrañar misterios a través del lenguaje, que es siempre un fragmento de un discurso más amplio y discontinuo. Este ensayo no solo refleja la intersección de lo místico y lo romántico en su pensamiento, sino que también subraya la permanencia del corazón como un espacio interno de amor y devoción.
Finalmente, el libro también aborda las crisis de la vida y las inquietudes del alma en relación con la realidad, sugiriendo que la filosofía, y en particular la razón poética, puede servir como una guía a través de la perplejidad de la existencia. Cada ensayo, conectado temáticamente con los demás, forma parte de un flujo continuo que no solo guía al lector a través de los complejos paisajes del pensamiento de Zambrano, sino que también celebra la poesía como una forma fundamental de conocimiento filosófico.