En "Hijo de la mente" de John Saul, nos adentramos en una historia de terror y suspenso que gira en torno a Alex, un niño cuya vida da un giro trágico tras sufrir un accidente devastador. Al borde de la muerte, su única esperanza es la intervención de un destacado médico cuya habilidad es vital para salvarlo. Sin embargo, la trama se complica con un oscuro secreto que se remonta a un siglo atrás, cuando un acto de venganza desató fuerzas malignas que aún perduran.
La ciudad donde Alex reside esconde lugares secretos y oscuros donde el mal se ha arraigado profundamente, esperando el momento oportuno para emerger. A medida que Alex se recupera, se hace evidente que fuerzas siniestras lo rodean, conspirando para atraerlo hacia una red de corrupción y peligro. Esta presencia amenazante parece vinculada no solo con el lugar sino con el propio destino del niño.
La narrativa de Saul maneja el terror de una forma que mantiene al lector en vilo, especialmente hacia el final donde la historia se intensifica dramáticamente. Los últimos capítulos son un torbellino de giros inesperados que culminan en un desenlace sorprendente y satisfactorio. Aunque el libro tiene momentos de letargo, como señalan algunas críticas, estos son compensados por una prosa generalmente amena y accesible, lo que hace de "Hijo de la mente" una lectura ideal para los momentos en que se busca entretenimiento sin grandes complicaciones literarias.
A pesar de algunos diálogos simples y una acción que por momentos podría intensificarse, la obra mantiene un buen ritmo y logra entregar un relato de terror clásico que explora temas de venganza, supervivencia y la lucha entre el bien y el mal. En resumen, "Hijo de la mente" es una adición intrigante al género de terror, que aunque puede no profundizar en exceso en cada aspecto, ofrece suficiente tensión y misterio para mantener enganchados a sus lectores hasta la última página.