"Historias de un Ruiz-Señor" es una obra encantadora y profundamente personal del autor Pedro Ruiz, que nos lleva en un viaje a través de las memorias de un librero, cuya vida se entreteje con los libros y las historias que alberga su tienda. Esta novela es un homenaje a la literatura, al arte de la venta de libros y a las pequeñas historias que forman nuestro mundo.
El protagonista, un librero con décadas de experiencia, nos cuenta su vida desde los inicios de su librería en 1962 en Barakaldo, hasta sus días estivales en la pintoresca Isla de Cantabria. A través de sus relatos, descubrimos cómo los libros han sido no solo su sustento, sino también sus compañeros fieles y maestros. Cada capítulo revela anécdotas de clientes habituales y visitantes ocasionales, desde coleccionistas serios hasta jóvenes estudiantes, mostrando cómo la librería se convierte en un punto de encuentro de pasiones y sueños.
Además de las historias personales y familiares, el libro profundiza en la evolución del negocio del libro, reflejando los cambios en los hábitos de lectura y en la industria editorial a lo largo de los años. La tienda, que pasa de ser un pequeño local en Barakaldo a un encantador establecimiento bajo una casona en Isla, es casi un personaje más de la novela, con sus peculiaridades y su atmósfera única que captura el espíritu de cada lugar.
La narrativa es rica en detalles sobre la gestión diaria de la librería, desde la selección y clasificación de libros hasta la interacción con los clientes y la comunidad. El autor utiliza un tono cálido y nostálgico que hace que el lector se sienta parte de esta comunidad literaria. Además, la obra incluye reflexiones sobre la importancia del libro impreso en una era digital y el papel de las librerías independientes en la preservación de la cultura literaria.
En resumen, "Historias de un Ruiz-Señor" es un libro para los amantes de los libros, un relato conmovedor sobre la vida a través de las páginas de los libros y la ventana que estos abren al mundo. Pedro Ruiz nos invita a valorar cada encuentro, cada conversación y cada volumen que pasa por nuestras manos, recordándonos que, en cada libro olvidado, hay una historia esperando ser descubierta.