"La abadía de Northanger" de Jane Austen es una novela que combina elementos románticos con una sátira mordaz de las novelas góticas populares de su tiempo. Ambientada en la Inglaterra de finales del siglo XVIII, sigue la historia de Catherine Morland, una joven ingenua y ávida lectora de relatos de terror y misterio, quien es invitada por los Allen, una pareja sin hijos, a pasar una temporada en Bath. La experiencia de Catherine en Bath y luego en la misteriosa Northanger Abbey la lleva por un camino de auto-descubrimiento y la confronta con las desilusiones de la vida real frente a las ficciones que tanto adora.
Durante su estancia en Bath, Catherine se ve envuelta en el torbellino social de la ciudad, donde conoce a la encantadora Isabella Thorpe y a su hermano John, así como a Henry Tilney y su hermana Eleanor. Mientras Isabella intenta manipular las circunstancias sociales a su favor, Catherine se siente cada vez más atraída por Henry, cuyo ingenio y perspectivas sobre la literatura y la vida despiertan su mente y corazón. La relación entre Catherine e Isabella se complica debido a deshonestidades y malentendidos, lo que lleva a Catherine a cuestionar sus primeras impresiones y a valorar la sinceridad y la integridad de los Tilney.
La invitación de los Tilney para visitar Northanger Abbey es un sueño hecho realidad para Catherine, quien espera encontrar un lugar sacado de sus amadas novelas góticas. Sin embargo, la realidad de Northanger es muy diferente. La abadía, aunque antigua y llena de historia, no es el escenario de horror que Catherine imagina. A través de su experiencia en Northanger, Catherine aprende a distinguir entre la ficción y la realidad, y comprende que la verdadera oscuridad de la vida a menudo reside en el comportamiento humano, más que en los misteriosos pasadizos de una abadía antigua.
Publicada póstumamente en 1818, "La abadía de Northanger" no solo ofrece una crítica a la literatura gótica, que estaba en voga en la época, sino que también presenta una exploración sobre la madurez y el crecimiento personal. Austen, con su característico ingenio y su habilidad para crear personajes vívidos y memorables, teje una historia que es tan entretenida como educativa, mostrando cómo la percepción puede ser nublada por las novelas y cómo la realidad y las buenas relaciones requieren una comprensión más profunda y sincera del mundo y de las personas que nos rodean.