"La botellita de cristal" es un intrigante cuento de aventuras y humor escrito por H. P. Lovecraft, probablemente entre 1898 y 1899, y publicado póstumamente en 1959 por Arkham House. A pesar de ser uno de los trabajos más tempranos de Lovecraft, escrito en su infancia, el relato destila ya un atisbo de su talento para la narrativa y el misterio, aunque con un tono menos oscuro que sus obras de madurez.
La historia comienza en alta mar, donde el capitán de un barco y su tripulación se encuentran con una pequeña botella de cristal que flota en el océano. Dentro de la botella, descubren un mapa del tesoro acompañado de un mensaje y una fecha. Movidos por la curiosidad y la promesa de riquezas, deciden seguir las indicaciones del mapa, que los lleva a una aventura a través del mar en búsqueda del supuesto tesoro.
A lo largo de la travesía, los personajes se enfrentan a las incertidumbres y desafíos típicos de la búsqueda de un tesoro escondido, lo que añade emoción y tensión a la narrativa. Sin embargo, al llegar al destino marcado, encuentran no oro ni joyas, sino otro mensaje que revela la naturaleza de una broma: no hay tesoro alguno, solo un pequeño pago para cubrir los gastos del viaje. Este giro inesperado introduce un elemento de humor y sátira, criticando las típicas historias de cazadores de tesoros y las expectativas que a menudo acompañan tales relatos.
El breve cuento, aunque menos conocido y explorado que otras obras de Lovecraft, ofrece una reflexión sobre la credulidad y la curiosidad humana, temas que resuenan con la influencia de Edgar Allan Poe, especialmente recordando a su "Manuscrito hallado en una botella". Aunque "La botellita de cristal" termina en risas y una moraleja sobre no fiarse de los hallazgos fortuitos, también permite entrever el incipiente talento de Lovecraft para construir atmósferas y situaciones que capturan la imaginación del lector.
Publicado inicialmente en la colección "The Shuttered Room and Other Pieces" y más tarde en diversas antologías de los trabajos juveniles de Lovecraft, este cuento sigue siendo un testimonio temprano del interés del autor por el misterio y lo desconocido, elementos que definirían su aclamada contribución al género del horror cósmico.