En "La bruja", Camilla Läckberg teje una historia compleja y envolvente ambientada en el pintoresco pueblo de Fjällbacka. La trama se desencadena con la desaparición de Linnea, una niña de cuatro años, que revive el doloroso recuerdo de un caso similar ocurrido treinta años atrás. Este evento actúa como catalizador, desempolvando secretos largamente guardados y conectando a la comunidad de una manera que nadie podría anticipar.
La narrativa de Läckberg se despliega en tres líneas temporales distintas: el presente, un caso sin resolver de hace treinta años, y un oscuro relato del siglo XVII. Estas historias, aunque separadas por siglos, están intrincadamente entrelazadas, revelando poco a poco cómo el pasado y el presente se reflejan y se influencian mutuamente. A través de cuatro subtramas que se cruzan, la autora construye un misterio denso y multifacético que mantiene al lector enganchado hasta la última página.
La estructura de la novela es un claro ejemplo del dominio de Läckberg sobre el género de misterio, donde cada detalle parece tener su lugar y propósito, aunque el significado verdadero solo se hace evidente al desvelar el clímax. A pesar de su longitud, la novela es notablemente adictiva; los lectores encontrarán difícil dejarla a un lado. Además, la obra está salpicada de elementos que pueden recordar a clásicos del terror como "Carrie" de Stephen King, aunque el enfoque de Läckberg es único en su manejo del suspense y el desarrollo del misterio.
Uno de los aspectos más intrigantes de "La bruja" es su capacidad para subvertir las expectativas. Aunque el título y la portada pueden sugerir una historia sobre brujería y lo sobrenatural, el enfoque real está en los miedos y las supersticiones humanas y cómo estos pueden perpetuar ciclos de violencia y malentendidos. Este elemento de sorpresa, junto con la advertencia de la contratapa de no fiarse de las apariencias, juega con la percepción del lector y enriquece la experiencia de la lectura.
En última instancia, "La bruja" es una obra que combina magistralmente el misterio, la historia y el drama humano. A medida que las líneas temporales convergen y los secretos se desvelan, Läckberg no solo entretiene sino que también invita a la reflexión sobre la naturaleza del mal y la redención. Es una adición imprescindible para los aficionados al thriller psicológico y a los misterios bien construidos.